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Con el tablero... o sobre él

Bruzón eliminó a dos miembros del club 2700, y a punto estuvo de "matar" a un tercero

Bruzón eliminó a dos miembros del club 2700, y a punto estuvo de "matar" a un tercero

La novela espartana que Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón escribían en la Copa del Mundo de Ajedrez 2011, quedó trunca hace unas horas cuando ambos cedieron en la sexta ronda de los desempates frente a adversarios de exquisito palmarés y gran cotización.

Curiosamente, los dos tuvieron la victoria en un bolsillo, pero algún descocido los privó de guardarse el boleto a los cuartos de final. Vayamos paso a paso...

Leinier enfrentó a la mejor ajedrecista de la historia, la húngara Judit Polgar, y perdió la partida inicial. Bruzón, en tanto, opuso al ex campeón del mundo Ruslan Ponomariov, de Ucrania, y también salió por la ventana en esa instancia.

Obligados a triunfar, nuestros muchachos sacaron la casta con trebejos blancos. Leinier aceptó un gambito y después hizo trizas a la Dama de Hierro, mientras Bruzón le sacó lascas a una Trompowsky y dejó patidifuso a Ponomariov.

Entonces, al comenzar las partidas a diez minutos, llegó la gran oportunidad de los cubanos. Con piezas negras, Bruzón se anotó la victoria en una intensa India de Rey. Por su parte, Leinier tuvo clarísima ventaja sobre Polgar en una Siciliana en la que los programas informáticos le calculaban éxito seguro. Mas cometió una pifia garrafal y la superioridad cambió de bando.

Así pues, los criollos llegaron a la cuarta ronda en situaciones diferentes. A Bruzón le bastaba con tablas para estar entre los ocho grandes de la Copa. Leinier iba forzado a derrotar a su rival...

En ese momento aparecieron al unísono la desazón y el entusiasmo. Lástima: el coloso tunero perdió pese a llevar las piezas claras. Y qué bueno: el de Güines logró inclinar el rey de la magyar, traicionada otra vez por el gambito.

De manera que el score seguía empatado, y hubo que recurrir al blitz (cinco minutos para cada jugador). Los primeros cotejos terminaron sin un vencedor. Y luego llegó el fin de nuestra fiesta: Bruzón cayó con piezas negras, y Leinier salió mal de la apertura, vio desaparecer su dama y claudicó.

Fueron estos los choques más dilatados de los desempates, pues antes el ucraniano Vassily Ivanchuk había dispuesto fácilmente del chino  Xiangzhi Bu; el azerí Vugar Gashimov batió en tres de cuatro desafíos al danés Peter Heine Nielsen; y el ruso Alexander Grischuk liquidó a su compatriota Vladimir Potkin con pizarra de 1,5-0,5.

Los triunfadores de la fecha se unirán ahora al checo David Navara, el ruso Peter Svidler y el azerí Teimour Radjabov en la etapa cuartofinalista, que tendrá los siguientes pareos: Polgar-Svidler, Ponomariov-Gashimov, Ivanchuk-Radjabov y Navara-Grischuk.

Como ve, todo el botín quedará en manos europeas. Y fueron justamente Bruzón y Leinier los que más cerca estuvieron de impedirlo.