Un grupo de estudiantes realizó una "Globatón" el sábado 13 de agosto de 2011, para protestar por las reformas en el sistema educativo impulsadas por el Gobierno de Sebastián Piñera, la protesta pacífica se hizo en la Plaza Baquedano en Santiago (Chile). EFE/Mario Ruiz
Los estudiantes universitarios rechazaron hoy una mesa de diálogo en el Congreso para poner fin a las movilizaciones que llevan a cabo desde mediados de mayo en demanda de una mejor educación pública y convocaron a una nueva marcha para el jueves próximo.
Reunidos en una asamblea extraordinaria en la ciudad de Concepción, en el sur de Chile, los universitarios justificaron su decisión, al señalar que el Gobierno no responde sus demandas fundamentales y postergaron una definición a través de un plebiscito.
La presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile, Camila Vallejo, en conversación con los periodistas insistió en que debe haber un pronunciamiento claro del Ejecutivo "que se diga que se va avanzar hacia el término del lucro y que se van a democratizar las instituciones", entre otros temas.
En tanto, Guillermo Petersen, presidente de la Federación de la Universidad de Concepción, afirmó respecto del plebiscito que los estudiantes estiman que la herramienta "no es salida política ahora para el movimiento, sí una plataforma a largo plazo".
Por su parte, los estudiantes de secundaria reunidos en la ciudad de Copiapó, en el norte de Chile, son partidarios de participar en la mesa de diálogo en el Congreso "siempre y cuando esta instancia sea integrada por todos los actores sociales y que sea de carácter resolutiva y que no nos pidan deponer las ocupaciones de los liceos".
Los congresistas se habían mostrado abiertos a realizar una mesa de diálogo con los estudiantes universitarios y de secundaria e incluso se habían reunido con el Ejecutivo para allanar el camino para el término de las movilizaciones.
Los estudiantes chilenos iniciaron las movilizaciones a mediados de mayo para exigir que el Gobierno central vuelva a administrar la educación primaria y secundaria, que se prohíba a las instituciones privadas lucrarse con la educación y que se garantice en la Constitución el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad.
El pasado jueves, los estudiantes descartaron de forma "categórica" la mediación de la Iglesia católica chilena en el conflicto estudiantil, a través del arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Ricardo Ezzati.
(Con información de EFE)