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Compañía financiada por EEUU entrena soldados de Unión Africana en Somalia

Bancroft Global Development en Somalia. Foto: The New Yok Times

Bancroft Global Development en Somalia. Foto: The New Yok Times

La agencia de noticias Associated Press reveló que Estados Unidos coopera en la financiación de una compañía privada que entrena soldados de la Unión Africana para la lucha contra supuestos militantes vinculados a Al Qaeda en la ciudad de Mogadiscio, capital de Somalia.

Contratistas de la compañía Bancroft Global Development de Washington acompañan con frecuencia a soldados africanos como asesores en sus intentos de combatir al grupo islamista Al Shabab.

Según Estados Unidos y funcionarios de la ONU, el equipo de Mogadishu está compuesto por unos 40 ex soldados sudafricanos, franceses y escandinavos.

La compañía comparte además información de inteligencia con el FBI, incluyendo el ADN de quienes llevan a cabo atentados suicidas con bomba.

Bancroft recibe millones de dólares a cambio de sus servicios que le son entregados por los gobiernos de Uganda y Burundi, quienes reciben luego un reembolso por parte del Departamento de Estado.

A continuación, el cable de AP:

En las calles de Mogadiscio, los insurgentes islámicos combaten con los soldados de la Unión Africana. Junto a esa fuerza de paz se encuentran miembros de un equipo estadounidense de asesores, ex soldados que contribuyen a la lucha contra los guerrilleros de al-Shabab.

Además de operaciones encubiertas de las fuerzas especiales, el gobierno estadounidense no ha participado militarmente en Somalia desde su intervención hace casi dos décadas que culminó en la batalla de Black Hawk Down.

Empero, una empresa con sede en Washington DC trabaja discretamente en una de las ciudades más peligrosas del mundo para ayudar a las fuerzas de paz de la Unión Africana en la protección del gobierno somalí de los insurgentes islámicos ligados a al-Qaida.

Los hombres contratados por Bancroft Global Development viven en pequeñas casas rodantes cerca del aeropuerto de Mogadiscio pero se adentran con frecuencia en el las zonas de combate. Es una labor peligrosa. Dos empleados de Bancroft resultaron heridos el mes pasado.

Entre sus asesores figura un general retirado de la Infantería de Marina británica, un ex soldado francés que participó hace 16 años en un golpe de Estado en la islas Comores y un especialista danés en Ciencias Políticas.

Financiada por Naciones Unidas y el Departamento de Estado estadounidense, Bancroft ha proporcionado entrenamiento en multitud de servicios militares, desde la neutralización de explosivos al entrenamiento de francotiradores y la distribución de uniformes policiales.

Michael C. Stock, director estadounidense de Bancroft, dijo que sus hombres comparten información con el FBI sobre material para construir bombas y el ADN de los atacantes suicidas, que en ocasiones son jóvenes estadounidenses de origen somalí. Según Stock, su empresa no recibe recompensa alguna por compartir información con el FBI.

Stock se opone tajantemente al término de ``mercenarios'' para describir a sus hombres. En lugar de ello considera a Bancroft una organización no gubernamental dedicada a encontrar soluciones permanentes en los conflictos violentos.

Sus hombres sostienen que intentan estabilizar un país acosado por 20 años de guerra civil y ahora una hambruna que al parecer ha matado a 29.000 niños en los últimos tres meses.

``Corremos riesgos calculados para estar junto a nuestros protegidos'', dijo Stock, que visita de vez en cuando Mogadiscio y durante poco tiempo, por creer que es mejor que no haya estadounidenses trabajando en la capital. ``Nos da credibilidad ante ellos. Saben que conocemos de lo que hablamos'', añadió.