De derecha a izquierda, tres grandes: Bryant, Mia Hamm y Guardiola
El tsunami mediático que mueve al certamen futbolístico de más rivalidad universal, la Liga Española, desparrama noticias a diestra y a siniestra. Y, como es de esperar, casi todas están vinculadas a alimentar el morbo de la lucha ancestral entre Real Madrid y Barcelona.
Voy con muestras del citado aluvión. Los periódicos dicen que el caso de Cesc Fábregas continúa abierto, y que el ibérico sostiene una pulseada con el entrenador del Arsenal, Arséne Wenger, para que le permita vestirse de azulgrana. Pero el DT, viejo zorro de las canchas, no da a torcer su brazo: sabe que Fábregas es medio equipo.
Mientras, un titular da cuenta de que Karim Benzema se ha reencontrado con el gol, toda vez que anotó par de veces en el amistoso que enfrentó al Madrid con el Hertha de Berlín, y luego volvió a marcar en la victoria de su club a costa del Leicester. Según el redactor, el francés está más rápido y participativo, acaso porque ha perdido siete kilos con respecto a la campaña previa.
En cuanto a la figura del momento en el once catalán, el joven Thiago Alcántara, también tiene su espacio en las columnas. Dicen que está pasando por una etapa de oro en su carrera, y argumentan que comenzó el verano proclamándose campeón de Europa sub 21 con la camiseta de la Furia, para luego firmar cuatro de los cinco goles que acumula el Barcelona en su pretemporada.
"Marcar solo es una anécdota. Estos partidos de preparación sirven para coger el ritmo. Simplemente estoy teniendo fortuna. La clave es seguir probando y no dejar de intentarlo. Todos nos queremos comer el mundo, yo el primero, pero hay que ir poco a poco", ha declarado el hijo del otrora internacional brasileño Mazinho.
Lo que ahora es lluvia, pronto será aguacero. Quiero decir, que las noticias serán más frecuentes a medida que se acerque el clásico que opondrá a ambas escuadras con motivo de la Supercopa de España.
La expectación es tal, que ya no hay entradas en venta para el choque de ida, a efectuarse el 14 de agosto en el madrileño Santiago Bernabéu. ¿Podrá el Barça levantar su décima corona en el torneo? ¿O llegarán a nueve los merengues de Mou?
Lo cierto es que, tal como están las cosas, la apuesta mayoritaria favorece a los de azul y rojo, cuyos éxitos recientes han desatado una epidemia de la que no ha podido ser ajeno nadie. Ni siquiera el formidable Kobe Bryant.
La megaestrella de la NBA y de Los Ángeles Lakers vistió la casaca del equipo y jugó un partido benéfico de fútbol junto a Josep Guardiola, entrenador del Barcelona FC.
El juego fue organizado por la fundación que preside la inmortal Mia Hamm, embajadora de la entidad blaugrana en Estados Unidos, y a su término, Bryant no vaciló en revelar que "me siento genial al vestir esta camiseta. Me encanta el Barcelona. Todo el mundo lo sabe, es mi equipo favorito desde hace mucho tiempo. Siempre me ha gustado su forma de jugar. El Barça juega como grupo, todos juntos, con creatividad, y juega duro. Admiro mucho estas virtudes".