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Afganistán, la guerra interminable

Tropas de EEUU en Afganistán

Tropas de EEUU en Afganistán

Por Iñigo Sáenz de Ugarte
Guerra Eterna

Salir de la guerra de Afganistán a tiro limpio. En los últimos meses, la estrategia del general Petraeus ha consistido en extender la guerra a aquellas zonas del país en las que hasta ahora los talibanes gozaban de un control completo. Las tropas enviadas en la escalada ordenada por Obama como último recurso se han empleado a fondo. Al igual que en Vietnam, el recuento de bajas del enemigo ha pasado a ser el barómetro definitivo. Periódicamente, aparecen artículos en la prensa que destacan el alto número de talibanes eliminados, que se unen a los ataques con aviones no tripulados sobre los talibanes paquistaníes. En cada uno de estos últimos, mueren no menos de 10 ó 20 personas que son identificadas rápidamente como terroristas.

En épocas anteriores, se decía que los talibanes estaban muy fuertes como para siquiera considerar la idea de una retirada. Ahora, en una situación supuestamente muy diferente, la conclusión sigue siendo la misma. Hay que acabar el trabajo. El Gobierno de Karzai caería muy pronto. Los insurgentes se harían con el poder. Los terroristas recuperarían sus bases y campos de entrenamiento.

Y todo eso, a pesar de que incluso el Pentágono admite que la guerra de Afganistán no tiene una solución militar. Pero matar es un placer tan adictivo que no hay estrategia militar que se resista.

Analistas, expertos y otros 'generales de sillón' presionan para que la retirada que en teoría debería empezar este verano sea simbólica y que en ningún caso afecte a brigadas de combate.

Harto de tanto universo paralelo, un coronel, con experiencia en Afganistán, ha escrito un email para contar que está harto de tanta mentira.

De acuerdo con el plan Kagan (del Instituto para el Estudio de la Guerra, fundado por Kimberly Kagan), "si el señor Obama anuncia la retirada de todas las fuerzas de refuerzo en Afganistán en 2012, la guerra probablemente se pierda. Al Qaeda, Lashkar-e-Taiba y otros grupos terroristas mundiales, es casi seguro, restablecerán sus santuarios en Afganistán. El Estado afgano es probable que colapse y el país caería en una guerra civil étnica. El resultado de esta política de retirada sería mucho peor que la decisión de Nixon de aceptar la derrota en Vietnam, ya que directamente aumentaría la amenaza para el territorio estadounidense ".

Al parecer se les olvidó, que "hay un comunista detrás de cada arbusto", "¡los rusos están llegando!" y "¡si Vietnam cae, cae toda Asia en manos de los comunistas!" Esa lógica era absurda en el 1960/70s, y hoy todavía da más risa -o sería risible si no costara vidas estadounidenses debido a estas malditas fantasías.

El corresponsal de The Times en Afganistán lleva cinco años allí. Jerome Starkey está también cansado de tanto análisis optimista de generales que le cuentan que la guerra se está ganando. Sólo hay que esperar un poco más. Los próximos seis meses serán decisivos.

"La violencia está a niveles máximos y ha aumentado cada año en la última década. Sin embargo, los generales siempre afirman que los talibanes están casi derrotados. El general Sir David Richards, ahora jefe del alto mando militar (británico), describió a los talibanes en 2007 como una fuerza neutralizada cuando dirigía las tropas de la OTAN allí.Los ataques insurgentes han aumentado un 35% en 2011 sobre el mismo periodo del año pasado. La OTAN dice que este incremento se debe a que está llevando los combates a las zonas talibanes, los mismos talibanes de los que se decía que casi estaban derrotados, los mismos talibanes que sacaron por un túnel a 480 presos de la cárcel de Kandahar en abril, los que mataron a siete norteamericanos con una sola bomba en mayo, los que lanzaron después ataques múltiples y espectaculares en Kandahar y Herat.

La OTAN gana cada batalla, pero los jefes militares admiten que no hay una solución militar. ¿Por qué entonces los soldados siguen combatiendo y muriendo?"

Es un debate falseado y con trampa en el que el resultado sólo puede ser uno: hay que continuar matando hasta que al final, casi por arte de magia, se pueda matar al último enemigo. La realidad es muy diferente. Incluso en zonas del país en que la actividad talibán siempre ha sido marginal, la capacidad afgana de soportar a las tropas extranjeras se va reduciendo, como han descubierto los alemanes en el norte.

Todo se sostiene además con una impresionante inyección de dinero para llevar a cabo una reconstrucción que es insostenible. Cuando desaparezcan o se reduzcan al mínimo esos fondos, todo eso se desmoronará y se lo tragará el desierto.

En la antigüedad, algunos emperadores mantenían a sus ejércitos en permanente estado de guerra porque les preocupaba lo que podrían hacer esas tropas si quedaban ociosas. En cierto modo, la guerra siempre ha sido una inversión. Sólo cambian los réditos.

Qué poco ha cambiado la historia desde entonces.