Texto y foto: Marianela Dufflar
Dentro de las múltiples actividades que conforman el programa, de la XV Edición de la Feria Internacional Cubadisco 2011, que se celebra en Santiago de Cuba, una de las acciones que ha provocado intensa
emoción en los participantes, ha sido sin dudas, la peregrinación y tributo a destacados trovadores, que con su obra dieron origen, al Son.
La cita fue a las 5 de la tarde en el Cementerio de Santa Ifigenia, hora en que se realizaba el cambio de la guardia de honor, ante el mausoleo que guarda los restos de nuestro Héroe Nacional.
Al concluir la ceremonia, el comité organizador de Cubadisco al que se unieron músicos, creadores e invitados al evento, depositaron una ofrenda floral y rindieron tributo a nuestro José Martí a través de melodiosos cantos por parte del dúo "Los Cubanitos" de Santiago de Cuba y de la trovadora Adriana Asef, al que se sumó el historiador investigador Lino Betancourt pronunciando un discurso de alabanza.
A partir de ese momento, comenzó la ruta de los allí reunidos, por el sendero de los trovadores que reposan en ese histórico cementerio.
Comenzaron por el Panteón de los Veteranos de la Guerra de Independencia, allí cantaron y depositaron una ofrenda florar al primer trovador Ramón Ivonet, que ingresó al ejercito Mambí quien tuvo a su cargo defender con su vida la bandera cubana en cada combate, precisamente defendiéndola del imperio español, murió en el año 1896.
Siguiendo el sendero de los grandes trovadores llegaron a la tumba de Miguel Matamoros, catalogado como el más grande de todos. Su Son de la Loma se cantó alto y con orgullo en esa tarde memorable.
Luego rindieron tributo a Ñico Saquito, por lo que Compay Gallo fue cantado a coro.
Más adelante, se hizo silencio, en principio y luego se alzaron las voces, ante otro de los grandes, Chepín Choven, creador de una orquesta memorable y autor de obras antológicas en la historia musical
de Cuba.
Los presentes también se conmovieron ante las tumbas de Félix B. Caignet y del Padre del Bolero y la Trova, Pepe Sánchez.
No menos emocionante resultó llegar a la tumba de Compay Segundo y detenerse, donde descansan los restos de un hombre sencillo y auténticamente musical, ese hecho, conmovió a todos.
Al caer la tarde, la peregrinación se centraba en la tumba de Roberto Nápoles, intérprete, músico y compositor orgullo de todo santiaguero.
Cuando la emoción embargada a los caminantes, llegaron al Parque Central del Cementerio para rendir tributo a todos aquellos que conformaron nuestra identidad musical y que aún no están incluidos en
esta ruta.
A los ausentes en nombre de todos, Lino Betancourt, Ciro Benemelis, Presidente del evento y Nery González quien preside el Comité del Premio Cubadisco, les prendieron velas.
El canto de despedida a los homenajeados en la tarde del 16 de Mayo, fue el internacionalmente conocido Chan Chan, de Francisco Repilado.