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Ikú lobi Ocha: ¿Un tema simple?

Ilustración tomada de la página Deidad Orisha

Ilustración tomada de la página Deidad Orisha

Entrevista con el babalao José

R.M.L.G: ¿Qué piensa Usted de la expresión Ikú lobi Ocha?

José: Por lo general, sobre esto se habla con una dosis de misterio, lo cual me parece tonto. ¡Claro que el muerto pare al santo! Es algo simple, elemental, como decir que las personas respiran; tan evidente que recuerda las verdades de Perogrullo. No hay ninguna religión en la que el muerto no haya parido al santo; en todas la norma es que, para que haya santos, tiene que haber seres humanos vivos que mueran. Después de muertos, algunos de ellos adquieren una carga emocional y se transforman en santos. En nuestra religión, lo más importante es el muerto. Lo mismo ocurre en el cristianismo. Cristo fue el primer muerto que parió al santo, cuando resucitó. Si Pedro no hubiera existido, no hubiera existido San Pedro; y si Pablo no hubiera existido, no hubiera existido San Pablo.

R.M.L.G: ¿Cómo hacer para compaginar esto que me está diciendo con su opinión -conocida ya entre los lectores de CUBADEBATE- acerca de que los orichas son energías de la naturaleza? ¿Cómo es posible que un muerto haya parido a Yemayá-Mar?

José: ¡Ay, amiga mía! Has pasado a hablarme ahora de un nivel de desarrollo de la materia cuya comprensión requiere que nos abstraigamos. Los orichas, como orichas en sí, se manifiestan en el nivel óntico, en el nivel físico-químico, para llamarlo de alguna manera. Después se manifiestan en lo biológico, hasta llegar al hombre, hasta manifestarse en el hombre. Esto hay que manejarlo con mucho cuidado, porque aún están muchos orichas por venir, y hasta yo podría ser un oricha dentro de trescientos años. ¡Quién sabe si lo seré o si lo serás tú! Alguno de tus lectores podría decir: "¡Para ahí! ¡Pon la pausa! En resumidas cuentas, ¿qué es Yemayá? ¿Una fuerza de la naturaleza -el Mar- o es la negra Yemayá? ¿Cuál de ellas es Yemayá? Todas. Son diversas expresiones de esa energía en diferentes niveles de desarrollo de la materia.

R.M.L.G: Pero a la Yemayá-Mar y al Obatalá-Luz de la Creación no los parió un muerto...

José: No.

R.M.L.G: Siguiendo su propia lógica, los muertos si acaso paren los caminos de ellos, cuando se reencarnan como seres humanos.

José: Recuerda que precisamente de esa expresión nace el ser humano. Permíteme un breve paréntesis para expresarte que a mí me parece, ¿cómo decirte?, muy especulativo, afirmar que Dios está atento hasta a los más mínimos detalles. Por ejemplo, mi mujer está embarazada. ¿Tú crees que Dios va a estar atento a cómo el embrión ese se está formando? Si yo pongo un espermatozoide y ella pone un óvulo, de ahí debe salir un niño o una niña, y no hay que complicar más las c osas, ni darle tanta importancia como para que Dios se ocupe de eso. A mí me parece que Él está atento a cuestiones que son de carácter más general. Yo he escuchado muchas historias sobre el origen del hombre, que bajó, que lo pusieron, que lo quitaron... Desde el punto de vista teológico, todo eso me parece bastante simple. Me vas a perdonar que diga esto, pero yo creo que Él lo que hace es dar el toque final de la obra. El toque final. Pero de lo demás, Él no puede estar atento. No puede; digo, así pienso yo. Sobre esto es necesario profundizar; porque si Él creó las condiciones para generar la vida, puso el DNA, y, con su omnisciencia, sabía lo que iba a salir de ahí, ¿para qué habría de estar atento? Hay gas y yo le pongo un fósforo. ¿Vas a asegurarte de que se haya encendido el fuego? ¡No tienes que verificar! Hay que meditar sobre eso. Las fuerzas de la naturaleza se desarrollan en diferentes niveles.

R.M.L.G: O sea, la frase "El muerto pare al santo" debe entenderse con condicionamientos...

José: ¿Qué fue lo primero? Primero fueron Olofi y las energías, en forma de deidades. Lo primero que habitó el planeta fueron los orichas. Pero, ¿en qué forma? ¿En forma antropomórfica? Tu pregunta es muy interesante. En todo caso, no me parece exacta la expresión "con condicionamientos".

R.M.L.G: A partir de lo que Usted mismo ha expresado, todo parece indicar que la idea de que el muerto pare al santo requiere algunas precisiones.

José: Tu pregunta apunta a cuestiones tan abstractas que estamos corriendo el riesgo de que yo no logre que se entienda mi respuesta.

R.M.L.G: Corramos ese riesgo.

José: La energía antropomórfica, o sea, la deidad en su expresión antropomórfica -y la llamo antropomórfica, no sólo desde el punto de vista de que tiene una figura humana, sino también determinadas características humanas- tiene que haber sido creada, o generada, por un ser humano que haya vivido...

R.M.L.G: Cuando se dice "muerto", se entiende siempre a un ser humano muerto.

José: Sí.

R.M.L.G: O sea, el ser humano muerto pare al santo.

José: ¡Ajá! El santo como deidad antropomórfica del panteón yoruba. Ahora bien, una cosa es el oricha y otra el santo, ¿Sobre cuál nivel me estás preguntando? Antes de que el hombre pusiera sus pies sobre la tierra, ya estaba Yemayá en el mar, como fuerza como energía.

R.M.L.G: Eso es lo que estoy tratando de someter a su consideración. Si tratamos de seguir consecuentemente su razonamiento, utilizando los términos que usted mismo emplea, es preciso concluir que, si el muerto humano pare al santo, ello significa que los seres humanos existen antes que los santos, entendiendo aquí "santo" en la acepción de oricha. Ahora Usted distingue ambos términos.

José: Hace algún tiempo, estuve investigando y meditando sobre la idea del antropomorfismo, pues en una ocasión tú insinuaste que, con ese término, no sólo debíamos designar la atribución de la forma o figura humana, sino, en general, toda asignación de rasgos humanos a realidades no humanas: las costumbres, los hábitos, los valores, las pasiones... ¿Cómo pudiera llamarse la atribución de rasgos humanos, digamos, a un perro o a cualquier otro animal? Cuando decimos que siente celos, que es un ladrón, etc., sin dudas, estás antropomorfizando al animal. Se puede antropomorfizar sin que se dé la figura humana. Y el quid del problema que nos ocupa está en que el oricha, como energía de la naturaleza, no tiene una expresión antropomórfica. El oricha adquiere una expresión antropomórfica en cuanto surge el hombre. Y ahí sí, en cuanto muere el primer hombre, se transforma en oricha. Lo que ocurre es que en este tema del muerto-santo (el huevo o la gallina), en ocasiones se quiere trazar una línea rígida y unívoca que en realidad no existe. ¿Dónde empezó? Esto no ha empezado porque nunca ha terminado. En otras expresiones religiosas, como las deidades son del todo antropomórficas, este problema se presenta de una forma más clara que en la yoruba. Por ejemplo, San Pedro sin dudas salió de Pedro. Eso no se discute. Pero esto que hemos hablado acerca de la existencia de energías de la naturaleza antes del origen del hombre, que hemos calificado de orichas, o fuerzas, o odduns de Ifá, es realmente algo que amerita mucha reflexión.

R.M.L.G: Menos mal que aquello de Ikú lobi Ocha, como me dijo al inicio, es un tema "simple", porque si fuera complejo...

José: Creo que respondí demasiado simplemente a tu pregunta, que no era tan simple. ¡Mira la discusión en que hemos caído!