Parlamento Británico.
Primero fue el escándalo de los eurodioputados negándose a viajar en otra cosa que no fuera primera clase en los aviones. Por supuesto, convenientemente pagado por los contribuyentes europeos. Y ahora por acá parece que no escampa. No a consecuencia de la famosa lluvia de esta bella ciudad, sino de los escándalos de este tipo,
Según revela la Autoridad Independiente de Estándares Parlamentarios (The Independent Parliamentary Standards Authority, IPSA), "a miembros del Parlamento Británico se les pagó (del dinero público, o sea el de los impuestos que pagan los contribuyentes), más de 3.2 millones de libras esterlinas de gastos personales solamente en los dos últimos meses del año 2010".
Esto es explosivo en un país que amanece un día sí y otro también con protesta en sus calles por la intención del nuevo gobierno conservador de recortar, en cifras nunca vistas, todos los programas sociales, incluyendo la salud pública.
Quizás este ambiente explique el por qué esta Autoridad Independiente , que vigila el comportamiento de los parlamentarios, recibió solamente en los meses de noviembre y diciembre del 2010, un total de 26 500 reclamaciones contra actuaciones de sus MP (Miembros del Parlamento).
Una vista del Parlamento británico, desde la orilla del Támesis