Dimitri Medvedev.
Libia se encuentra al borde de una guerra civil, consideró hoy el presidente ruso, Dmitri Medvedev, al reunirse en esta capital con el ministro de Situaciones de Emergencia (MCHS), Serguei Shoigu.
Medvedev señaló que la situación en el país norafricano es muy difícil y felicitó a Shoigu por la operación para evacuar a más de 400 ciudadanos rusos, efectuada en tiempo, sin mayores complicaciones y de forma organizada.
En opinión del jefe de Estado, cuando se produce la desestabilización de la situación interna como ocurre en Libia, se dificulta el trabajo de las instituciones gubernamentales, por ello consideró atinada la salida a tiempo de los especialistas rusos.
Durante la evacuación, se emplearon ocho avione y una barcaza, todo lo cual fue coordinado por un estado mayor de la Cancillería, el MCHS y la empresa Ferrocarriles de Rusia (RZHD).
Muchos de los especialistas nacionales que debieron salir de Libia trabajaban en proyectos conjuntos del monopolio estatal Gazprom y de la RZHD, la cual laboraba en la construcción de una línea de alta velocidad.
Por el momento, Rusia se opone al uso de la fuerza contra Libia, algo que quedó fuera de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, por la cual se impusieron sanciones a Trípoli.
Desde Bruselas, el representante ruso ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Dmitri Rogozin, indicó que ese órgano carece de un consenso por ahora para lanzar una operación bélica contra Libia.
Al menos eso fue lo que me aseguraron funcionarios de la alianza atlántica, apuntó Rogozin, conocido por su posición crítica respecto al referido pacto militar.
(Con información de Prensa Latina)