El proceso de formación de la identidad cubana y el estudio de culturas foráneas en la obra de Jaime Sarusky, centró el debate del homenaje dedicado al escritor en esta ciudad.
En el marco de la XX Feria Internacional del Libro, Cuba 2011, que transcurre en las provincias orientales, escritores camagüeyanos destacaron los aportes hechos por el intelectual y periodista avileño al panorama literario cubano en los años posteriores a la Revolución.
Lionel Valdivia, poeta, narrador y crítico, elogió la capacidad de Sarusky para crear y magnificar personajes interesantes, vivos y paradójicos, trascendentales al drama de la historia, mérito que lo sitúa en la cima de la vanguardia artística del país.
En declaraciones a la prensa, el Premio Nacional de Literatura 2004 -- y una de las personalidades a quien se dedica esta XX edición de la feria--, dijo que la cultura cubana es un fenómeno muy joven, lleno de energías y tentativas, un proyecto dialéctico y dinámico en constante renovación.
Ante el cuestionamiento sobre la dicotomía entre el oficio de periodista y escritor, Sarusky resaltó la imbricación de ambas profesiones, complementadas en un relato cuando el narrador investiga, pregunta y opina para otorgarle al argumento contextos y personajes convincentes.
La periodista y escritora Olga María Romero, en la presentación de Los fantasmas de Omaja, obra escrita por Sarusky en 1986, señaló que este busca la individualidad extraviada y diluida en la igualdad cubana, con el afán y la valentía de mirar donde nadie suele mirar.
Otros títulos de ese autor disponibles en la feria son Rebelión en la Octava Casa, Un hombre providencial y Las dos caras del paraíso.
Sarusky trabaja actualmente en la redacción de dos novelas, interrumpidas por las actividades programadas para la XX Feria Internacional del Libro.
(Con información de la AIN)