Juana Bautista de la Candelaria Rodríguez, conocida por Candulia, arribó a sus 126 años de edad en la finca Santa Rosa, del barrio de Ceiba Hueca, municipio de Campechuela (Granma), donde reside actualmente.
Candulia nació el 2 de febrero de 1885. Un documento original, asentado en el tomo uno, folio 35, del Registro Civil de la citada localidad, confirma que la longeva mujer fue inscrita 25 días después del parto por declaración de su madre, Cecilia Rodríguez.
Madre de tres hijos, dos de ellos fallecidos, y con seis nietos, 15 biznietos y cuatro tataranietos, Candulia recibe la atención de un geriatra, un médico general integral y una enfermera.
A juicio de esta cubana, una de las más ancianas del mundo, su larga existencia se debe al aire puro del campo, la alimentación rica en viandas y carnes, y el corazón desde siempre repleto de amor para los semejantes.
"Me siento realizada, feliz con lo que me ha regalado la vida, con esta familia linda y mi Patria ...", afirmó al diario a La Demajagua. "Con mi nieta Margarita Cabrera y su esposo Roberto Fuentes, vivo desde hace casi de 15 años, y me tienen como a una niña... Dicen por ahí que soy la mujer más vieja de Cuba, oiga usted, nunca lo imaginé. Claro, espero poder cumplir los 130, ¿verdad?"
La anciana, residente durante toda su vida en Campechuela, provincia de Granma, sólo es superada en edad por Antisa Khvichava, una mujer nacida en 1880 en la república ex soviética de Georgia, quien es la persona más longeva del planeta.
El cumpleaños de Candulia es siempre un acontecimiento al que acuden autoridades, la prensa nacional y extranjera, y organizaciones no gubernamentales. Debido al desgaste físico propio de su edad, ella no puede mantenerse de pie, y tiene afectada la vista, por lo que lamenta no poder ver la televisión, aunque sí escucha programas como el Noticiero y la Mesa Redonda.
Su edad quedó demostrada científicamente en el estudio biomédico y psicosocial realizado en 2007 por un equipo multidisciplinario del Ministerio de Salud Pública de Cuba y el Centro Iberoamericano de la Tercera Edad.
Ella fue la segunda de 13 hermanos, y sus progenitores también fueron longevos, pues su madre murió centenaria y el padre a los 96 años.