Egipto exige oficialmente la devolución del busto de Nefertiti, la joya de la corona del Nuevo Museo de Berlín, según comunicó hoy en El Cairo el Ministerio de Cultura.
El gobierno egipcio envió la correspondiente carta al presidente de la Fundación Preussischer Kulturbesitz, Herman Parzinger, y el propio primer ministro egipcio, Ahmed Nazif, firmó la solicitud.
El busto en color, de unos 3.300 años de antigüedad, de la esposa del faraón Ajenatón (Akenatón) fue descubierto por el arqueólogo Ludwig Borchardt en 1912 en Tell al Amarna, en una de las ciudades residenciales de Ajenatón.
El director del Consejo Superior de las Antigüedades de Egipto, Zahi Hawass, sostiene que Borchardt en aquella época consiguió el busto engañando a los responsables en El Cairo. El arqueólogo alemán quiso asegurarse de que la obra del escultor Tutmosis fuese a Alemania a toda costa. En Berlín, sin embargo, se niega que se hiciera cualquier maniobra de engaño.
En el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán se considera que el busto es una "propiedad legal de la Fundación Preussischer Kulturbesitz" y por ello no debe ser devuelta a Egipto. También el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, intentó convencer de ello a las autoridades egipcias durante la visita que en mayo pasado realizó a El Cairo.
Cuando Borchardt descubrió en 1912 el busto de Nefertiti y otras grandes piezas del período Amarna, entonces todavía imperaba el principio del "reparto de lo descubierto". Eso significa que la mitad de las piezas encontradas se quedaba en el país que financió y organizó la excavación, mientras que la otra mitad se quedaba en Egipto.
Hawass sostiene que Borchardt ensució con barro el busto para ocultar a las autoridades de la época su verdadadero valor. En aquella época un francés estaba al frente de la oficina de Antigüedades, la que se encargaba del reparto de los hallazgos.
(Con información de Agencias)