La venta de armas aumentó en muchos estados norteamericanos después de la matanza del sábado en Arizona, que causó seis muertos y 14 heridos, entre los cuales la legisladora demócrata Gabrielle Giffords, aún en estado crítico.
Greg Wolff, dueño de una de las tiendas de armas en Arizona, dijo haber pensado que tras el tiroteo iba a haber una estampida de nuevos compradores y no se equivocó: "estamos duplicando el volumen de ventas", expresó.
En vez de desalentar las ventas, la masacre, consumada a las puertas de un supermercado de Tucson por un joven estadounidense descrito como mentalmente inestable, las incrementó.
Numerosas personas se presentaron en su tienda para comprar por 499 dólares una Glock, el tipo de pistola utilizada por el autor del tiroteo.
Precisamente Arizona, junto con Ohio, son los Estados donde se registró un aumento mayor.
En concreto, el lunes, dos días después de la tragedia que sacudió al país, la venta de armas aumentó 60 por ciento en Arizona y 65 por ciento en Ohio, comparado con los datos registrados el mismo lunes del año pasado, indicó el FBI.
Aumentaron también las ventas en Illinois (38%), Nueva York (33%) Florida
(16%) y California (16%).
Según una lista publicada por The Daily Beast tras la matanza de Tucson, Arizona está situado en el segundo lugar por número de muertos con armas por cada 100.000 habitantes, por detrás de Mississippi.
La reacción de armarse no es nueva: también se registró en 2007 después de la matanza en el centro universitario Virginia Tech, en el que murieron a tiros 32 personas.
(ANSA).