La congresista de Estados Unidos Gabrielle Giffords respiraba ayer por sí misma y sus médicos son optimistas en cuanto a su recuperación, luego de que la legisladora recibiera un balazo en la cabeza durante un tiroteo en Arizona en el que murieron seis personas.
Giffords, una popular demócrata de 40 años, está en estado crítico en un hospital de Tucson, pero "está aguantando", respondiendo a órdenes sencillas y respirando sin ayuda de ventilación, según los médicos.
"No tendría por qué tener tan buen aspecto. Estamos esperanzados", indicó el doctor Michael Lemole, jefe de neurocirugía en el Centro Médico Universitario de Tucson, sobre la recuperación de la legisladora, a la que una bala le atravesó el cerebro. "Es semana tras semana, mes tras mes, va a llevar su recuperación a su propio ritmo", agregó.
Lemole señaló que Giffords seguía recibiendo aire a través de un tubo para proteger sus vías respiratorias y evitar complicaciones como la neumonía.
El sospechoso del tiroteo, el joven de 22 años Jared Lee Loughner, está detenido a la espera de una audiencia preliminar el 24 de enero sobre cinco cargos federales, incluyendo el intento de asesinato de Giffords.
Loughner está acusado de disparar con una pistola Glock semiautomática contra la congresista, quien el sábado saludaba a residentes de su distrito en el estacionamiento de un supermercado.
(Con información de Reuters)