Narcotráfico y violencia en México.
Los secuestradores de unos 40 inmigrantes indocumentados centroamericanos en Oaxaca, al sur de México, "exigen como rescate 10.000 dólares por cada uno", informó hoy el sacerdote católico Alejandro Solalinde, quien agregó que ya "entraron en contacto" con familiares.
Solalinde, responsable del albergue Hermanos en el Camino, en Oaxaca, uno de los primeros en anunciar el secuestro denunciado por los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala, aseguró, citado por la agencia noticiosa italiana ANSA, que el contacto de los secuestradores con familiares "fue telefónico".
El religioso piensa que los secuestradores "retienen a los emigrantes en una casa de seguridad ubicada en las inmediaciones del poblado Santa María Chahuites, Oaxaca".
En tanto, el gobierno de México se comprometió con los de Guatemala, Honduras y El Salvador a investigar de forma "coordinada" lo que llama "presunto" secuestro de inmigrantes sin papeles de Centroamérica, ocurrido el 16 de diciembre pasado.
Los ministerios del Gobernación (Interior) y de Relaciones Exteriores informaron que intercambiarán información con aquellos países centroamericanos para esclarecer el caso, que generó roces diplomáticos, pues inicialmente México dijo "no tener evidencias" del secuestro, pese a la denuncia de la cancillería salvadoreña.
Trece centroamericanos que aseguran haber logrado huir del ataque y secuestro en Chahuites, ratificaron ayer su denuncia ante la Fiscalía de México y la gubernamental pero autónoma Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
La investigación quedó en manos de la Procuraduría General y fuentes de la Iglesia Católica indicaron que una misión diplomática de los tres países centroamericanos llegará mañana al Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, para negociar la liberación de los retenidos.
El secuestro cometido a mediados de diciembre se suma a otros tantos padecidos por inmigrantes en tránsito por México con intención de llegar a Estados Unidos.
La CNDH de México presentará antes de fin de año un informe en el que habla de casi 20.000 secuestrados en 2010.
El caso más grave ocurrió en agosto pasado, cuando fueron descubiertos los restos de 72 inmigrantes latinoamericanos en Tamaulipas, noreste de México, presuntamente a manos del grupo de Los Zetas, una organización criminal considerada de las más violentas en el país.