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Narcotraficante afgano encarcelado fue informante en nómina estadounidense

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Hajji Juma Khan

Hajji Juma Khan

Tomada de NYTimes.com

En el 2008, cuando Hajji Juma Khan fue arrestado y transportado a Nueva York para que enfrentara cargos de acuerdo a la nueva ley contra el narcoterrorismo de Estados Unidos, los fiscales federales lo describieron como alguien que tal vez era el capo de la droga más importante y peligroso de Afganistán, una enigmática figura que ayudó a que los talibanes siguieran funcionando proporcionándoles un constante flujo de dinero y armas.

Sin embargo, lo que el gobierno no dijo fue que Juma Khan también era un informante estadounidense desde hacía mucho tiempo que proporcionó información acerca del Talibán, de la corrupción afgana y de otros narcotraficantes.

Oficiales de la Agencia Central de Inteligencia y agentes de la Agencia Anti Drogas confiaban en él y lo consideraron durante años como una valiosa fuente de información, aún cuando él estaba construyendo uno de los negocios de narcotráfico más grandes de Afganistán después de que Estados Unidos invadió el país, de acuerdo a los actuales y ex oficiales estadounidenses.

A lo largo de ese tiempo, Estados Unidos le pagó grandes cantidades de dinero.

En la cima del poder, Juma Khan tomó un vuelo secreto a Washington para tener una serie de reuniones clandestinas con oficiales de la CIA y DEA, en el 2006. Aún en ese entonces, Estados Unidos recibió reportes de que él estaba a punto de convertirse en el narcotraficante más importante de Afganistán al encargarse de las operaciones de tráfico de drogas de sus rivales y sobornando a líderes del Talibán y políticos corruptos del gobierno del presidente Hamid Karzai.

En una serie de reuniones que fueron videograbadas en hoteles de Washington, Juma Khan ofreció tentadoras pistas a la CIA y DEA, a cambio de lo que él esperaba podría obtener un estatus de protección como un activo estadounidense, de acuerdo a los oficiales americanos.

La relación entre el gobierno de Estados Unidos y Juma Khan es otro ejemplo de la manera en que la guerra contra las drogas y la guerra contra el terrorismo en algunas ocasiones han chocado, particularmente en Afganistán, en donde el narcotráfico, la insurgencia y el gobierno continuamente se traslapan.

Cuando le preguntaron acerca de la relación que tuvo Juma Khan con la CIA, un portavoz de esta agencia de espionaje respondió, "como norma, la CIA no comenta acerca de asuntos que están pendientes en las cortes de Estados Unidos". Un portavoz de la DEA también se rehusó a comentar sobre la relación que tuvo esa agencia con Juma Khan.

Su abogado en Nueva York, Steven Zissou, negó que Juma Khan haya apoyado al Talibán o trabajado para la CIA.
Una portavoz de la Oficina del Procurador de Estados Unidos del Distrito sur de Nueva York, y que está manejando el proceso de Juma Khan, se negó a hacer comentarios.

Sin embargo, en defensa de esa relación, un funcionario de Estados Unidos dijo, "Uno no va a obtener inteligencia en una zona de guerra de Ward Cleaver ni de Florence Nightingale".

Se han publicado 2 comentarios



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  • Manuel dijo:

    No es de extrañar que un narcotraficante esté en la nómina de la CIA. Uno de los pilares de la politica estadounidense es precisamente el narcotráfico y el terrorismo a pesar que, para la galeria, digan todo lo contrario. Otra prueba de ello son los terroristas, y probablemente narcotraficantes, Bosch y Posada Carriles acogidos y adulados por las autoridades en Miami.

  • Magdy dijo:

    Bueno para nada le extraña al mundo que un nalco esté relacionado con la CIA.y que les brinde información para perjudicar a su país es verdad que dios los crea y el diablo los junta...

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