Carlos Acosta y Viengsay Valdés. Foto: Archivo
El público pinareño repletó el teatro José Jacinto Milanés y disfrutó en grande el regreso de Carlos Acosta a Pinar del Río, acompañado por Viengsay Valdés, quienes ofrecieron un espectáculo inolvidable y diferente.
De manera particular, los espectadores presentes en la sala y los que todo el tiempo estuvieron pendientes de las pantallas gigantes colocadas en su exterior, emocionados, recibieron con una gran ovación el estreno mundial de la pieza End of time, de Ben Stevenson.
Refleja la coreografía cómo las dos últimas personas que quedan en la tierra buscan una luz, una esperanza, todo interpretado con movimientos suaves, lentos, fraseando la música.
Un espectáculo alejado de los clásicos protagonizó el divo, actor principal invitado del Royal Ballet de Londres, junto a otras personalidades como la joven Valdés, acreedora de la medalla Alejo Carpentier, por su desempeño artístico.
La presentación es parte del periplo de Acosta, de 37 años, por Santiago de Cuba, Camagüey, Cienfuegos, Ciudad de La Habana y Pinar del Río, en un breve paréntesis en sus compromisos internacionales.
Precisamente a su llegada al más occidental territorio del país declaró que una vez concluida la gira, regresará a Londres, donde lo espera una nueva temporada en enero, sin embargo prometió cuando exista la oportunidad, incorporar otras ciudades cubanas.
Confesó guardar agradables recuerdos de Vueltabajo, territorio que lo rescató y gracias a ello pudo concluir sus estudios de ballet, al permanecer dos años en la Escuela Vocacional de Arte, de esta ciudad.
En el teatro Milanés en esa época de estudiante danzó varias veces en actividades de la escuela -afirmó-; pero desde entonces no regresaba a su escenario, y ahora es una ocasión especial y se mostró ansioso por la llegada de la noche para bailar para este público.
Por su parte Viengsay Valdés, indicó que este tipo de gira es una idea maravillosa de Acosta, y pude divulgarse no sólo por el talento artístico, sino por su capacidad de brindarle al público algo diferente, un repertorio nuevo, con mayor amplitud.
La primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba interpretó en esta ocasión un solo con el tema de Edith Piaf, Je ne regrette rien, pieza que defendiera en el pasado Festival de Ballet de La Habana.
Presente en el Milanés, Abel Prieto, ministro de Cultura, confesó a la prensa estar impresionado por la fuerza de esta presentación, destacó la manera impresionante en que reaccionó el público pinareño y mencionó las cualidades de Acosta, quien -dijo- es una gloria de la enseñanza artística revolucionaria.
Carlos Acosta, gloria de la enseñanza artística cubana
El ministro de cultura, Abel Prieto, calificó de extraordinaria la presentación del destacado bailarín cubano Carlos Acosta en esta occidental provincia, penúltimo espectáculo de su gira nacional.
Al término de la función la víspera en el teatro José Jacinto Milanés, elogió el recorrido por la isla del artista de 37 años, ganador en dos ocasiones del Olivier Award, premio de la Sociedad de Teatro de Londres.
Se trata de una oportunidad excepcional que nos permite apreciar el talento de una gloria de la enseñanza artística cubana, enfatizó Prieto.
Entusiasmado con la acogida del público durante su actual periplo como solista por cinco capitales del país, Acosta confesó que era un sueño actuar en Pinar del Río, donde estudió ballet durante unos dos años.
Esta es una noche de memorias, de reencuentro con amigos, con maestros que me educaron e inspiraron, sentenció.
El multipremiado bailarín integrante de prestigiosas compañías europeas, quien asume como un reto continuar la obra de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, fue ovacionado por centenares de personas dentro y fuera del teatro.
El programa de la velada incluyó piezas como Suite of dances, con coreografía de Jerome Robbins, y End of time, estreno mundial acompañado de la primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés.
Una vez más disfruté la oportunidad de bailar con Carlos Acosta, fue una idea excelente, pues los cubanos están deseosos de ver en escenarios nacionales a una figura de fama internacional con piezas clásicas y también contemporáneas, diferentes estilos que muestran la riqueza del arte, declaró a Prensa Latina.
End of time es una obra bella, muy suave, significa las dos últimas personas que quedan en la tierra, una historia donde aflora la esperanza en medio del desvanecimiento, realmente inspiradora, añadió.
Carlos Acosta finalizará su gira por Cuba el próximo 30 de noviembre con su presentación en La Habana.
(Con información de la AIN y Prensa Latina)