Entre las situaciones inventadas, un ejemplo citado ampliamente en la prensa estadounidense es la descripción que realiza Bush del momento de la toma de posesión de Hamid Karzai. El ex presidente entra en los más mínimos detalles e incluso rememora una conversación entre Karzai y un señor de la guerra. El problema de la anécdota es queBush no asistió a tal evento y su relato se parece demasiado al publicado por Ahmed Rashid que sí estuvo allí.
En otro pasaje del libro, Bush cita a John McCain como si se estuviera dirigiendo a él.Sin embargo, las palabras de McCain fueron para un grupo de periodistas y se publicaron en el Washington Post.
Aunque algunos aseguran que las "licencias" tomadas por Bush a la hora de escribir su libro son justificadas, otros le acusan de destrozar el "valor histórico de la memoria", algo que supone ser la base de la literatura autobiográfica.
"Si George W. Bush cree haber vivido situaciones que realmente son parte de la vida de otras personas tenemos que poner también en tela de juicio cuál era su modo de pensar en aquel momento", aseguran en Huffington Post. Parece que la autobiografía del ex presidente pronto pasará a engrosar las estanterías de la sección de ficción en las librerías.
(Tomado de Público, España)