La inesperada derrota de Brasil, monarca del orbe, ante Bulgaria 0-3 levantó disímiles comentarios en los corrillos del Campeonato Mundial de Voleibol para varones que mañana continúa en Florencia y la capital italiana.
Rivales en el Grupo N en Ancona, ambos planteles discutieron este sábado la primera plaza, finalmente ganada por los europeos 25-18, y doble 25-20.
Algunos especialistas consultados por Prensa Latina coinciden en destacar que fue algo así como la crónica de una derrota anunciada, pues los suramericanos al perder evitarían nuevamente enfrentarse a Cuba y España en la tercera ronda eliminatoria de Florenia, sede del Grupo P.
Los antillanos les derrotaron 3-2 en Verona para avanzar a la segunda fase clasificatoria como líderes, y España perdió 1-3 en un encuentro en que los titulares de la Liga-2010 tuvieron que echar mano a todo su arsenal para doblegar a una sexteta que se ubica entre las más destacadas del certamen.
Para los ibéricos, la jornada finalizada ayer, representó la concreción de un desempeño que a cada salida va a más y la prueba es que terminaron en Milán como punteros del grupo I con triunfos sobre Rusia 3-2 y Egipto.
Todos los dedos índices apuntan a que Brasil buscó su derrota tan vivamente que el hecho llamó poderosamente la atención.
El resultado los lanzó al Grupo R de la tercera ronda, con sede en la capital italiana, donde rivalizarán con Alemania y Republica Checa, dos equipos carentes de posibilidades ante los auriverdes.
Sin embargo, Rusia tiró la primera piedra y con un estilo menos evidente cayó ante España en el Grupo I de Catania, tras vencer en los dos primeros sets, aceptar empate ibérico a dos y jugar los dos últimos tantos del tie break tan pasivamente que recordó al manco de Buenaventura.
De manera que con ese fiasco los pupilos del italiano Danielle Bagnoli, vicetitular de la Liga Mundial-2010, se corrieron hasta Florencia para competir frente a Serbia y Argentina en el Grupo P.
La gran diferencia está en que si los rusos hubiesen salido por la puerta ancha también se tropezarían con cubanos y búlgaros.
Lo que nadie se explica aquí es cómo dos de los mejores equipos del voleibol varonil en el mundo manifiesten tamaño desinterés en detrimento del espectáculo deportivo.
Y si a eso le sumamos la enmarañada fórmula de clasificación que le dejó el camino casi limpio de pesares a la selección local, entonces la razón asiste a los que comienzan a decir a sotto voce que este será un Mundial distinto y diferente.
(Con información de Prensa Latina)