Barack Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intenta detener hoy el posible tsunami electoral que podría producirse durante los comicios legislativos del próximo 2 de noviembre.
Durante una cena ayer con el Caucus Negro del Congreso en el Centro de Convenciones de Washington, Obama puso fin a una semana de contactos con los partidarios de las minorías, una fuente tradicional de fuerza demócrata, señala el periódico USA Today.
El jefe de la Casa Blanca trató de imprimir un discurso esperanzador a los miembros del Caucus y les pidió que lo ayuden a "proteger el cambio", en alusión a las elecciones de medio término.
Según los analistas, el mandatario muestra un deliberado esfuerzo por reavivar los bríos de un grupo poblacional que fue determinante para su victoria en las presidenciales del 2008.
De acuerdo con las más recientes encuestas, los afroamericanos dicen sentirse menos entusiasmados para acudir a las urnas este año.
El gobernante hizo un constante llamado a evitar lo que podría significar la pérdida del control de una o ambas cámaras del Capitolio, si los republicanos lograran "dar marcha atrás al reloj", amplía el diario.
Datos del Censo del 2009, publicados el jueves revelaron que entre los afronorteamericanos tanto la tasa de pobreza como el número de pobres aumentaron, del 24,7 por ciento y 9,4 millones en el 2008 al 25,8 por ciento y 9.9 millones en el 2009.
También las estadísticas reflejaron que los ingresos en esos hogares fueron el capítulo más afectado con un 4,4 por ciento de disminución.
Anteriormente Obama había dicho en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que "la acción más importante contra la pobreza es conseguir que la economía crezca y garantizar que haya suficientes empleos".
Días atrás el boletín The Rothenberg Political Report vaticinó que como van la cosas "puede haber un tsunami electoral" en noviembre.