Tevez fue el autor de uno de los cinco goles frente a Canadá
La selección argentina de fútbol goleó la noche del lunes sin compasión a su par de Canadá por 5-0, sin grandes luces pero con un alto poder de fuego, en la última escala antes del Mundial de Sudáfrica-2010 celebrada ante 50.000 personas en el estadio Monumental de Buenos Aires.
"Lo mejor fue que hicimos feliz a la gente. Y también las ganas de demostrar que podemos hacer esto y mucho más", dijo el entrenador albiceleste, Diego Maradona, al terminar el encuentro amistoso, que fue parte de los festejos por el Bicentenario de la lucha independentista argentina.
Maxi Rodríguez abrió la cuenta a los 15 minutos con un derechazo cruzado formidable de tiro libre desde un ángulo cerrado sobre el ala izquierda del ataque, aunque contó con la involuntaria colaboración del arquero Patrick Onstad, quien formó mal la barrera y puso manos de manteca ante el disparo.
El volante considerado un hipotético suplente del equipo que actuará en tierra sudafricana volvió a demostrar su poder de gol a los 32 en un contragolpe fulminante que nació de una pelota pescada con inteligencia por Gonzalo Higuaín y tras recibir un pase en bandeja de Carlos Tevez.
Tevez, delantero de Manchester City inglés, emocionó a los aficionados con su despliegue por todo el frente de ataque y por su capacidad de lucha por la recuperación de la pelota, como en la tercera conquista, cuando hizo que el balón cayera en los pies de Angel Di María, quien marcó con zurdazo potente a los 37.
El 'Apache' se dio el gusto de gritar su gol y ser ovacionado a los 63 minutos, tras moverse en sociedad con Higuaín, en una celebración que continuó con la quinta conquista, lograda por Sergio 'Kun' Aguero a los 71.
Los albicelestes estuvieron con la goleada a la altura de la fastuosa despedida que le organizaron en el estadio Monumental, con una fiesta que incluyó a la mezzo-soprano Katherine Jenkins para cantar el himno canadiense y a Ciro, vocalista de la banda de rock Los Piojos, para entonar el argentino.
Fueron lanzados papelitos celestes y blancos con cañones de aire y una banda militar ejecutó marchas en el marco de los festejos por los 200 años de la patriótica Revolución de Mayo, pero la escuadra de Maradona volvió a desnudar falencias de funcionamiento como en las eliminatorias para el Mundial.
La voz estridente y ensordecedora de un maestro de ceremonia exhortaba al público a demostrar su cariño, con entrevistas a 'la leona' del hockey mundial Luciana Aymar, o al ex campeón mundial en Argentina-1978 Américo Gallego, pero era demasiado artificio para tan poco juego colectivo.
Otra vez sufrió Argentina la falta de una dinámica de ataque y la ausencia de un mediocampista armador, función creativa que cubrió el DT al ensayar con Javier Pastore, incluso con Juan 'Brujita' Verón y Mario Bolatti en el segundo tiempo, sin el éxito esperado.
Maradona protegió del esfuerzo a los estelares Lionel Messi, Diego Milito y Martín Demichelis, agotados de sus campañas europeas, por lo cual pudo verse una Argentina diferente con una línea de tres defensores con Nicolás Burdisso, Nicolás Otamendi y Gabriel Heinze.
Con la aguerrida presencia de Javier Mascherano como volante de contención y Jonás Gutiérrez como pieza desequilibrante, bien abierto sobre el frente derecho, la pelota tardaba en caerle servida a Tevez e Higuaín debido al modo de proyección frontal, lento y sin sorpresa.
Sin Messi, el supergoleador del momento, Argentina tuvo algo más de frescura con la fuerza y la combatividad de Tevez, a todas luces empeñado en ganarse un puesto justo donde a Maradona le sobra poder de fuego.
Canadá jugó de manera digna su papel de 'partenaire' o 'sparring' pero su disciplinado ordenamiento defensivo se derrumbó frente a los golpes de nocaut de un equipo que parece todavía en vías de formación, a tan sólo 19 días del debut mundialista ante Nigeria en el Grupo B.