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El aspirante a Senador Marcos Rubio

Ahora que los republicanos le han hecho el favorito en la contienda por un escaño en el Senado por la Florida, Marco Rubio está tratando de vadear revelaciones potencialmente dañinas sobre su uso de tarjetas de crédito, doble cobro por boletos aéreos y finanzas turbias.

Hace unos pocos meses, el ex presidente de la cámara baja floridana parecía un candidato improbable para vencer al gobernador Charlie Crist en la primaria senatorial del partido. En esos meses, los derroches de Rubio, un político de ascendencia cubana, han sido investigados por agencias federales.

Al mismo tiempo, su posición en los sondeos ha subido por encima de Crist y forzó al una vez casi invencible gobernador a considerar presentarse como independiente a la contienda por el Senado. Crist tiene hasta el viernes para decidirse.

La investigación federal de los gastos de Rubio se produce en momentos en que el Comité Nacional Republicano y su presidente, Michael Steele, son criticados por sus gastos excesivos, incluyendo casi 2.000 dólares para entretener a donantes de campaña en un club de Hollywood cuyo espectáculo incluía simulaciones de sadomasoquismo y lesbianismo.

Los gastos de Rubio y otros funcionarios republicanos que se presentan a sí mismos como conservadores fiscales les deja expuestos a acusaciones de hipocresía en un estado duramente golpeado por la recesión.

La tasa de desempleo en Florida era de 12,3% en marzo, por encima del promedio nacional, y los embargos hipotecarios en el estado son numerosos.

Los republicanos ven un potencial de ganancias significativas en los comicios congresionales del otoño, con posibilidades reales de recuperar el control de la Cámara de Representantes y quizás el Senado, pero una disputa familiar en la Florida, combinada con gastos cuestionables, pudieran obstaculizar sus avances.

Han surgido cuestionamientos sobre las recaudaciones de fondos por dos comités políticos que Rubio formó como presidente de la cámara baja floridana en beneficio de candidatos a esa cámara. Los diarios Miami Herald y St. Petersburg Times reportaron que poco del dinero recaudado fue a parar a los candidatos y que parte benefició a familiares de Rubio.

Gran parte de la atención se ha centrado en tarjetas de crédito entregadas a Rubio y otros 27 líderes republicanos. El Servicio de Impuestos Internos (IRS) está investigando los gastos de Rubio y otros líderes republicanos, incluyendo un ex presidente del partido en el estado, Jim Greer, seleccionado por Crist.

Rubio cargó 110.000 dólares a la tarjeta de crédito emitida por el partido durante su término como presidente de la cámara baja.

Entre los gastos cargados a la tarjeta están reparaciones a la furgoneta de la familia Rubio, víveres, boletos de avión para su esposa y vino.

Rubio admitió que hizo compras personales con la tarjeta del partido, pero dijo que él pagó esas cuentas con su propio dinero.

Otros gastos, dijo en una declaración,   fueron por razones políticas legítimas que ayudaron a avanzar los objetivos y políticas del Partido Republicano''.

(Con información de AP)