El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que el gobierno federal hará todo lo que sea necesario para reparar los daños en Río de Janeiro, víctima la semana pasada del peor temporal en 44 años.
"En esta hora no existe límite para la ayuda, no tiene límite la solidaridad. Todo aquello que fuera necesario hacer para reparar lo que aconteció en Río de Janeiro, lo haremos", sostuvo Lula en su habitual programa radial de los lunes Café con el presidente.
Obviamente, lo que deseamos es que pare de llover para poder hacer un levantamiento, descubrir si hay más cuerpos a recuperar y hacer un balance de los perjuicios para que la gente se pueda recuperar, señaló el mandatario brasileño.
Entre lunes y miércoles de la semana pasada, fuertes precipitaciones afectaron al estado de Río de Janeiro, con deslizamientos de tierra, inundaciones y derrumbes de viviendas que, hasta ahora, han provocado la muerte de 229 personas, número que puede aumentar pues todavía existen unas 150 soterradas en el Morro do Bumba.
Según el último reporte del Cuerpo de Bomberos de Río de Janeiro, de esa cifra, 146 fallecieron en Niteroi, de ellos 36 en el Morro do Bumba, donde agentes de ese organismo de socorro, junto a voluntarios, continúa las labores de búsqueda de las personas sepultadas por un deslizamiento de tierra el pasado día 7.
El balance agrega que en el municipio Río de Janeiro murieron 63 personas (28 de ellas en el Morro dos Prazeres, en Santa Teresa, en la región central), 16 en Sao Gonzalo, y una respectivamente en Petrópolis, Magé, Paracambi y Nilópolis. Se contabilizan además otros 161 heridos.
Sobre los habitantes en áreas de riesgo, Lula señaló hoy que el gobierno federal viene advirtiendo desde hace algún tiempo que en años anteriores hubo mucha irresponsabilidad al permitir que las personas construyesen casas en lugares inadecuados, como encima de basureros, y en las laderas de montañas, entre otros.
Y cuando uno percibe una tragedia como esa que ocurrió en Río de Janeiro se percata que todo pudo ser evitado desde un inicio.
Sobre la ayuda federal, el presidente precisó que ya el gobierno dispuso la utilización de unas cuatro mil viviendas del Programa de Arrendamiento Residencial (de mejor calidad) para vendérselas a los afectados en Río de Janeiro al precio de las del Programa Mi Casa, Mi Vida (más modestas), destinadas para las personas más pobres del país.
Asimismo, recordó Lula, ya mandó una Medida Provisoria al Congreso para liberar 200 millones de reales (unos 110 millones de dólares) como ayuda de emergencia.
Tras indicar que el pueblo brasileño está entristecido por lo sucedido en Río de Janeiro, el mandatario señaló que está pidiendo para que pare de llover y todo vuelva a la normalidad en ese estado.
(Con información de Prensa Latina)