Los presidentes de Uruguay y Bolivia, José Mujica y Evo Morales, estrecharon hoy en Cochabamba la relación de sus países con acuerdos sobre gas, el uso de puertos atlánticos y el impulso del mecanismo de integración Urupabol, que incluye a Paraguay.
Doce días después de ser investido como presidente de Uruguay, Mujica cursó su primera visita oficial a Bolivia, a donde llegó en la noche del viernes tras asistir en Chile a la toma de posesión de Sebastián Piñera.
En la ciudad central de Cochabamba, Mujica y Morales firmaron una declaración conjunta que recoge varios acuerdos, entre ellos, el inicio de exportaciones de gas boliviano a Uruguay y la celebración de una reunión de comisiones de ambos países para hacerlo viable.
Bolivia recibió de Uruguay su apoyo a la reivindicación de recuperar su litoral marítimo, perdido en una guerra contra Chile a finales del siglo XIX, mediante una solución "pacífica y justa" y también el ofrecimiento para usar, en el Atlántico, los puertos fluviales de Montevideo y Nueva Palmira.
Ante una pregunta de los periodista, tanto Morales y Mujica por primera vez se pronunciaran sobre la muerte del preso cubano Orlando Zapata y las críticas internacionales que ha recibido el Gobierno de La Habana por este asunto.
El presidente uruguayo confió en que el pueblo cubano junto a su Gobierno encontrará los caminos para lograr el respeto de la comunidad internacional manteniendo su independencia y soberanía, y arremetió contra el "mundo rico" que se arroga el derecho de juzgar e imponer a los demás sin asumir responsabilidades propias.
Evo Morales calificó el asunto como un "problema interno" y criticó el "escándalo internacional" que generó la muerte de Zapata mientras que, reprochó, nadie pregunta por los muertos que ocasiona el capitalismo o el intervencionismo militar de Estados Unidos.
También declaró que, según la amplia información ofrecida por Cuba, Zapata Tamayo era un "delincuente".
(Con información de EFE)