Primera Dama de Haití, Elisabeth Debrosse de Preval
La primera dama de Haití, Elizabeth Debrosse de Preval, destacó la labor de la misión médica cubana aquí en el trabajo
de mitigación del daño psicosocial provocado por el terremoto del pasado 12 de enero.
Los cubanos son muy importantes en el país porque ya trataron como a 12 mil niños para atajar los daños psicológicos, declaró Debrosse a medios noticiosos en la jornada inaugural de la estrategia nacional de apoyo psicosocial para la infancia y la juventud.
El plan, tutelado por el Ministerio de Educación, tiene como base al proyecto cubano de mitigación del daño psicosocial de la población infanto juvenil damnificada por el terremoto, que ha sido aplicado por la brigada médica en múltiples campamentos del país.
A la estrategia contribuyen también la experiencia de Haití en situaciones de desastre y la de organismos internacionales que han laborado aquí durante años, como la UNICEF.
El programa nacional fue inaugurado este miércoles a raíz de la visita de la primera dama de República Dominicana, Margarita Cedeño de Fernández, cuyo país también hizo aportes para la atención de las víctimas del sismo, en particular de los niños.
En una actividad en la barriada de Petion Ville con pequeños de la comunidad, fue presentado el proyecto de autobuses escuelas donado por Santo Domingo a la devastada nación, iniciativa integrada a la estrategia nacional para la infancia y la juventud.
La jornada contó con la actuación del conjunto cubano Desandan, integrado por descendientes de haitianos, que dispone de un repertorio de obras en creole, español e inglés, y de Payasos Sin Fronteras, agrupación internacional que tiene como finalidad promover sonrisas en niños que atraviesan por situaciones muy difíciles.
El programa nacional puesto en práctica desde hoy es una ayuda para dar esperanzas a todos los que han sufrido traumas, y a que los están viviendo, enfatizó la primera dama.
Yo, con frecuencia siento temblar la tierra y me pregunto sí es un síndrome o es normal, comentó Debrosse, tras insistir en que los niños necesitan mucha ayuda, y ésa la pueden encontrar en las actividades psicosociales.
A causa del terremoto, el sistema educativo de este país colapsó, ya que unas cinco mil escuelas quedaron totalmente destruidas y 1,5 millones de niños carecen de aulas.
Un balance del Ministerio de Educación Nacional y Formación Profesional precisa que el movimiento telúrico provocó la muerte de tres mil 951 estudiantes, 541 profesores y 189 funcionarios de esa dependencia.
En las zonas más afectadas por el sismo, la capital y localidades cercanas, la catástrofe dejó destruidas el 57 por ciento de las escuelas públicas y el 26 por ciento de las privadas.
De acuerdo con la Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, más de 220 mil personas perdieron la vida durante el terremoto.
(Con información de Prensa Latina)