Cuando los haitianos supieron que su Palacio Nacional fue destruido por el terremoto, muchos temieron por la vida del presidente Rene Preval.
Resulta que los temores estuvieron a punto de cumplirse.
La primera dama Elisabeth Debrosse Preval narró el martes por primera vez la situación dramática por la que pasó con su esposo.
En declaraciones a periodistas, recordó que junto su marido salió el palacio de las bellas artes en el centro de Puerto Príncipe alrededor de una hora antes del sismo de magnitud 7 en la tarde del martes pasado.
La pareja fue luego a un acto en la escuela de derecho de la universidad estatal y después se dirigió en su vehículo a su casa privada en una colina. Justo cuando ingresaban caminando a la casa en el distrito de Canape-Vert, todo empezó a estremecerse.
Nos quedamos paralizados, luego dimos tres o cuatro pasos atrás, y la residencia se derrumbó justo frente a nosotros'', relató Debrosse Preval, asesora económica.
Azorada, la pareja se sentó en el patio de la casa, donde las autoridades políticas, policiacas y eclesiásticas les fueron comunicando luego las noticias de la tragedia en toda la capital.
Más tarde, Preval, el jefe de la policía, el primer ministro y el ministro del interior alquilaron en la calle motocicletas que dan servicio de taxi y a las 02:00 de la madrugada comenzaron un recorrido observar el desastre, dijo la primera dama.
El jefe policial permaneció con el grupo una cuatro horas.
Debrosse Preval afirmó que su marido y el resto de la comitiva anduvieron por la ciudad hasta las 08:00 de la mañana.
Mientras él hacía eso, no sabía dónde estaban sus propias hijas, si estaban
(posiblemente) atrapadas debajo de un edificio'', indicó Debrosse Preval, que se casó con el presidente el mes pasado.
Las dos hijas del presidente no estaban en la casa y se encontraban ilesas. La primera dama dijo que perdió a dos parientes cercanos que eran como sus padres.
En las declaraciones hechas en la estación policial en el aeropuerto que es el despacho temporal del gobierno, la primera dama mostró a los periodistas varias fotografías borrosas que le tomó a su esposo con un teléfono la noche del temblor. Defendió el comportamiento de su marido y luego pidió a los haitianos que se concentren en la reconstrucción.
"Los que estén vivos, tienen suerte de estar con vida'', dijo. "Levántense de nuevo y vayan hacia adelante''.
(Con información de AP)
