El laureado artista plástico argentino León Ferrari conoció hoy aquí la noticia sobre su condición de ganador del Premio ALBA de las artes por la obra de toda su vida inmerso en su trabajo.
De buen ánimo, Ferrari declaró a Prensa Latina que el reconocimiento de la Fundación Cultural de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) le regocija, sobre todo, porque quiero mucho a Cuba.
Considerado uno de los cinco más importantes artistas plásticos vivos del mundo, aseguró además que el final no me asusta, en referencia al hecho de haber cumplido 89 años el 3 de septiembre pasado.
Sigo trabajando, aunque no lo hago especialmente para ninguna muestra, comentó Ferrari, parte de cuya obra será expuesta en diciembre próximo en esta capital y en Madrid.
El autor del libro Palabras ajenas (1967) reiteró en su breve diálogo el inmenso amor que siente por Cuba, país que visitó por primera vez en 1973 por invitación de Casa de las Américas.
En 1981, durante el Primer Encuentro de Intelectuales por la Soberanía de Nuestros Pueblos, donó una escultura a Casa, donde dos años más tarde expuso planos, heliografías, fotocopias y esculturas de metal, y obsequió una de estas últimas al líder de la Revolución, Fidel Castro.
Ferrari, quien se graduó como ingeniero en 1947, comenzó a pintar aún antes de culminar sus estudios universitarios.
Su primera exposición de esculturas en cemento, yeso y arcilla la realizó en 1960 en esta urbe y allí conoció al poeta Rafael Alberti, con quien compartió la autoría de Escrito en el aire.
Promotor de la idea del babelismo como un proyecto de arte colectivo, Ferrari fue un tenaz opositor a la guerra desatada por Estados Unidos contra Vietnam, un tema en torno al cual desarrolló varios proyectos en la década de 1960.
Sobre éstos, Alberti le hizo saber que me gustan mucho tus proyectos pop artísticos anti (el entonces presidente norteamericano Lyndon) Johnson y agregaba comparto tu furia antiyanki y primero que todos, con las armas que sea, tenemos que plantarnos y hacer frente a esos miserables .