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Resistencia hondureña desestima mediación de EEUU

Mesa Redonda de la Televisión CubanaLa resistencia hondureña desestima la mediación de Estados Unidos, por considerarlo cómplice de los golpistas, subrayaron los panelistas en la Mesa Redonda Informativa de la Radio y la Televisión cubanas.

Lo único importante es la cuota de desgracia como resultado del enfrentamiento de las masas populares contra la fuerza militar de los golpistas, patrocinada, alimentada y financiada por EE.UU. ahora maquillada y coloreada de diplomacia, aunque le da la espalda a Manuel Zelayas, apuntaron.

Renato Recio, periodista de Prensa Latina, refirió que el actual inquilino de la Casa Blanca, a diferencia de su predecesor, se presenta como un hombre de poder inteligente, para recuperar la importancia de la diplomacia y reconquistar América Latina.
Calificó a Barack Obama como el vector de esa política panamericana que enarbola la bandera de la derecha y la prepotencia que agotó las concesiones y la paciencia para evitar derramamientos de sangre, pero nada podrá hacer para legitimar las elecciones previstas para el venidero 29 de noviembre en Hondura

Entre las disyuntivas a resolver por Obama, dijo, figuran qué hacer con Zelayas, presidente constitucional de Honduras y la embajada de Brasil, cómo va a convencer a los gobiernos latinoamericanos que él tiene una política distinta hacia América Latina.

Recio acuño que las elecciones tienen un rumbo incierto mientras no se restituya a Zelayas, garante de la realización de unas elecciones democráticas y seguras.

Quedó patentizado que las elecciones bajo las condiciones del golpe militar sólo profundizarán la crisis desatada por la interrupción del orden democrático, además de que con esos comicios los golpistas buscan legitimar la ruptura del orden constitucional por las fuerzas armadas el pasado 28 de junio.

Arleen Rodríguez Derivet, conductora del habitual programa radial y televisivo, dio lectura a un despacho de Prensa Latina, en el cual se suscribe que Zelaya no está solo desde el 28 de junio, el pueblo se mantiene en la calle luchando por restablecer la democracia y a su presidente.

Por su parte, Nidia Díaz, periodista de Granma Internacional, comentó que la Organización de Estados Americanos (OEA) no enviará una misión de observadores a las elecciones en Honduras, cuya legitimidad se cuestiona tras la asunción al poder del gobierno de facto.

En Mesa Redonda Informativa, los analistas evaluaron además la calamitosa situación de extrema pobreza de El Salvador tras las intensas lluvias, cómo se decide una votación sobre Cuba en el Congreso norteamericano y lo que ocurrirá en la fiesta del celuloide en La Habana.

Nidia Díaz, periodista de Granma Internacional, aludió a miles de casas desplomadas, inundaciones, 157 muertos, un número indeterminado de desaparecidos y más de 13 mil urgidos de ayuda humanitaria, en una nación agobiada durante varios lustros de neoliberalismo.

Fueron las administraciones de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) que rigieron los destinos de El Salvador hasta hace muy poco, quienes hundieron al país en la miseria, subrayó Díaz.

Precisó que el nuevo Gobierno encabezado por el Presidente Mauricio Funes y el Partido más votado en las pasadas elecciones, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, ven frenado su intento de acelerar programas de beneficio popular, tras el desastre natural.

Si antes del meteoro, la situación de la vivienda era precaria, en lo adelante será más aguda, al afectar los deslizamientos de tierra a casi dos mil inmuebles y destruir otros 300.

Para los que no tienen nada, ahora reunidos en casi 90 albergues habilitados por el Gobierno, el futuro es sombrío.

Renato Recio, periodista de Prensa Latina, expuso que el presidente Funes anunció que el Banco Interamericano envió un donativo de 150 millones de dólares, insuficientes para un país devastado y con una compleja situación económica.

El analista refirió que en El Salvador se trabaja por evitar epidemias frente al drama de pocos recursos materiales para resolver la profunda crisis en la que se sumerge el país, incapaz de resolver el problema de la desnutrición infantil.