Cuba pondrá en marcha en breve un ambicioso proyecto para eliminar los gases contaminantes, como parte de sus compromisos y mitigar los efectos del cambio climático, reveló la Oficina Técnica del Ozono de la isla.
Actualmente, en la isla se realiza un proceso de reconversión de los equipos de refrigeración comercial, que incluye la sustitución de los gases de alto potencial destructivo por otros alternativos.
El director de la Oficina Técnica del Ozono de Cuba, Nelson Espinosa, indicó que el plan, que actualmente incluye los clorofluorocarbonos (CFC), se extenderá a partir del año venidero a los hidroclorofluorocarbonos en un proceso acelerado de reconversión, sustitución y eliminación de esas dañinas sustancias.
Cuba, que en 1992 ratificó el Protocolo de Montreal que define un centenar de sustancias dañinas a la capa de ozono, anunció hace unas semanas que eliminaba la importación de CFC y de bromuro de metilo.
Un paso importante es la próxima comercialización de inhaladores de dosis moderada de salbutamol, llamados "inhaladores verdes" porque no emplean freón 11 y 12.
Con ello la isla dejar de usar 120 toneladas de CFC, según Espinosa.
Una planta productora de La Habana fue reconvertida el pasado año para elaborar esos inhaladores como parte de la cooperación del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, que aportó seis millones de dólares.
Ese Fondo también ayudó al financiamiento, en 2007, de una planta de aerosoles industriales sin sustancias contaminantes. En la agricultura cubana se eliminó el uso del bromuro de metilo como plaguicida en los cultivos protegidos. El director de la Oficina Técnica del Ozono, indicó que no se trata de "sustituir un producto químico por otro, sino emplear variantes como el cepellón o la tecnología de bandejas flotantes para proteger el ataque de hongos".
Un aporte significativo de la isla fue la sustitución de más de dos millones de refrigeradores domésticos y de 250 000 equipos de aire acondicionado en apenas tres años. "En muy poco tiempo el país no sólo eliminó el consumo de CFC en la refrigeración doméstica, sino que propició un ahorro considerable de energía al entregar equipos más eficientes, y disminuyó la emisión a la atmósfera de gases que inciden en el calentamiento global", dijo Espinosa.
Antes de que los refrigeradores chinos "Haier" se utilizaran en el ámbito doméstico cubano, en 1995 se inició el primer proyecto de recuperación y reciclaje de gases contaminantes.
Ese proyecto impidió el escape a la atmósfera de millones de toneladas de CFC que empleaban los viejos equipos de refrigeración.
La contribución del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal que asciende a más de 14 millones de dólares ha permitido a la isla desarrollar más de 40 proyectos de sustitución de gases en poco más de una década.
(Xinhua)