Con información de ABN y Prensa Latina
Un paro general convocado por las tres centrales sindicales de Honduras caracterizara este la vigésimo sexta jornada de resistencia pacífica de las fuerzas populares al golpe de estado.
La huelga tiene como trasfondo el fracaso de la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quien propuso el retorno condicionado del legítimo presidente Manuel Zelaya. Este había aceptado las condiciones de Arias, pero dijo que terminado el nuevo plazo pedido por Arias, ingresará al país por cualquiera de sus fronteras para encabezar una marcha de la esperanza junto al pueblo.
La decisión de paralizar las actividades en el país centroamericano fue acordado el pasado lunes por las tres confederaciones de trabajadores de Honduras, por la Central General de Trabajadores (CGT), la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH) y la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH).
El presidente de la FUTH, Juan Barahona, informó que los sindicatos del sector público tienen previsto la toma de instituciones y otras acciones, que serán acompañadas por el pueblo en las calles.
Barahona alertó sobre intentos de la policía de provocar un enfrentamiento con los manifestantes y la responsabilizó de cualquier incidente. "La paciencia tiene límites", dijo al recordar el carácter pacífico de las protestas antigolpistas.
El dirigente de Vía Campesina, Rafael Alegría, dijo que este paro general "tendrá un impacto severo en la economía del país" y que en respaldo a los trabajadores de las tres centrales se intensificarán las tomas de carreteras este jueves y viernes. También indicó que estará paralizado el ingreso de camiones "que transportan mercancía al territorio centroamericano". "Hoy es un día de paralización completa del país", apuntó.
Por otro lado Alegría también hizo responsable al gobierno golpista que encabeza el empresario Roberto Micheletti de cualquier incidente violento durante las jornadas de luchas populares.
El clima de tensión en el país se incrementó por la negativa de los golpistas a aceptar una solución negociada de la crisis, la prolongada resistencia popular y la inminencia del regreso de Zelaya.
Durante la jornada de este miércoles, miles de manifestantes se pronunciaron por recuperar el Estado de Derecho en marchas convocadas por el Frente Nacional contra el Golpe de Estado en la capital y otras ciudades del país. En los norteños departamentos de Cortés y Colón, los opositores bloquearon también importantes carreteras.
Las bases del Partido Liberal (partido de Zelaya y Micheletti), miembros del Frente, convocaron a dar una recibimiento masivo a Zelaya cuando se anuncie el lugar de su entrada al país.
Sólo el regreso de Mel sacará al pueblo de la calle
El regreso del presidente constitucional de Honduras a su país será la única razón para que el pueblo deje las calles. “Tenemos 25 días en la calle”, recuerda con ánimo Joyce, una mujer de casi ochenta años que con un megáfono en mano motiva a su gente a resistir al gobierno de facto y pedir que vuelva Mel.
“A pesar de los años, vuelvo a la calle hasta que traigamos a Manuel Zelaya”, dijo Joyce. “El hombre honrado, el hombre del pueblo y para el pueblo está afuera, hay que traerlo porque es nuestro presidente constitucional; Micheletti es un golpista, arribista, ladrón, asesino”, indicó.
Y es que como Joyce hay muchas mujeres y hombres que se mantienen en la calle desde el secuestro y salida del país del presidente Zelaya.
Todos los días hay una movilización contra los golpistas y por el retorno de Mel, y pese a que ha pasado el tiempo, el pueblo no se cansará, como quiere el gobierno de facto, hasta su retorno, al menos eso dice Brenda, una mujer de 75 años, quien está mal del corazón pero que luchará “hasta que nuestro presidente llegue, si muero en la calle no importa, doy mi vida por él”.
Caridad está en resistencia desde el primer día. “A mí me duele en el alma lo que están haciendo estos golpistas. La gente quiere que venga Mel, quieren a Mel”, comenta esta mujer de más de setenta años, quien tiene 25 días en las calles sin descanso por el regreso de su presidente.
En el tercer día de protesta, Caridad fue herida por un militar en su pierna izquierda con un perdigón. “Ellos me quemaron, ellos creían que me iban a tumbar, yo seguí, no me tumbaron no caí”, dijo mientras aseguraba que nada le impedirá seguir en las calles, hasta el regreso de Mel, “que es lo que quiere el pueblo”.
Indicó que “desde el día que dieron el golpe de Estado estamos en la calle porque Mel fue un gran presidente para nosotros los pobres, ha sido el mejor presidente que hemos tenido en este tiempo porque él nunca se negó a hablar con nosotros, por eso nos duele tanto que nos lo hayan quitado”.
Por su parte, Maicol, un hombre de casi ochenta años, confesó que no pasa mucho en la calle porque ya está viejo. “Pero sí estoy apoyando la resistencia contra este golpe de Estado. Hace años que no pasaba una cosa igual”. “Los militares estuvieron gobernando este país mediante golpes de Estado”, recuerda.
“Los militares derrocaron al presidente Ramón Villeda Morales en los años sesenta, y ahora Mauricio, su hijo, ha traicionado al pueblo. Si su padre estuviera vivo lloraría porque está apoyando a los golpistas”.
Maicol quiere que vuelva Mel porque con él había “un gobierno popular, un gobierno que se ha mezclado con los pobres y ha hecho muchas obras, y ese es un gobierno constitucional”.
“Goriletti ha llegado al poder por medio de un golpe de Estado, él perdió las elecciones, las primarias, y el único modo que tiene para ocupar el poder es por medio de un golpe de Estado, bajo las bayonetas y la bota militar”.
“Estaré en la calle hasta que esto se componga, cuando regrese el gobierno constitucional. El pueblo se va a cansar cuando venga Mel, ya no”.