Yeni Ortega, de la redacción de Cubadebate
El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, pidió a las Fuerzas Armadas de su país que "cumplan la orden" de abrir el aeropuerto de Tegucigalpa, hacia donde se dirige, y que se mantenía militarizado este domingo.
En declaraciones en pleno vuelo hacia la capital de su país para la la cadena televisiva Telesur, Zelaya añadió que son falsos los rumores, surgidos del Canal 10 de El Salvador y del diario hondureño La Prensa, que habían indicado que Zelaya habría decidido aterrizar en El Salvador y no en Tegucigalpa dada la prohibición de las autoridades de permitir el acceso de su avión al espacio aéreo hondureño.
Zelaya ratificó que se dirige a Honduras. También informó que el otro avión, donde viajan Insulza y los 3 Presidentes (Cristina Kirchner, Correa y Lugo) había partido hacia El Salvador.
La llegada de Zelaya sería sobre las 7 de la tarde aproximadamente (hora de Cuba).
A continuación la transcripción íntegra de sus palabras desde el avión, a las 3: 41pm (hora de Cuba):
Manuel Zelaya: Si Buenas, tardes. Estamos emitiendo comunicación con Honduras a través de Internet o una radio. Si quería hablarles a los hondureños en este momento muy importante. En término de las dos horas estaremos llegando a Honduras para promover el respeto a la institucionalidad y establecer el diálogo nacional. Le pido a los hondureños que no usen la violencia y a los militares que no vayan a sacrificar a nadie, que todos somos parte del mismo pueblo, de la nación. Mi retorno es pacífico y significa una vuelta a los principios de la no violencia.
Todo el que tiene el acceso al aeropuerto de Tegucigalpa que camine hacia allí, que hablen con los policías y militares con el fin de que mi llegada no haga más que causar alegría con el retorno del hijo pródigo que regresa.
Yo entiendo que hay un gobierno de facto y como dice la constitución sus acciones son nulas y constituyen comisión de delito. El presidente constitucional está viajando en este avión y tiene la autoridad moral, política y jurídica para llamar a la conciliación y darle ordenes a las fuerzas armas. Yo soy el comandante de las Fuerzas Armadas y pido a las Fuerzas Armadas que cumplan la orden de abrir el aeropuerto y me permitan abrazarme a mi pueblo. Nadie me puede obligar a no repatriarme, la constitución prohíbe que un hondureño sea sacado del país. Regreso a mi patria. Estoy acompañado por el Presidente de la Asamblea General de la ONU, el embajador de Honduras en Washington, la canciller, y miembros de la prensa internacional que hacen contacto para comunicarme con el mundo y el pueblo hondureño. La causa de Honduras es la de todos los pueblos.
Nosotros tenemos muchas opciones para llegar al país y mecanismos para hacerlo y comunicarnos con las personas que piden que se acabe este régimen de terror con persecución, cierre de medios y represión que nunca había visto, no en las épocas más terribles.
Hoy necesita mi regreso Honduras para que vuelva la paz. Ahora han sabido diferenciar lo que es un régimen dictatorial, tiránico con lo que establecíamos que era un régimen de participación ciudadana, de democracia...Es necesario que el pueblo reaccione y se vaya al aeropuerto internacional para defender sus derechos, su ley, su Constitución. Los presidentes los elige el pueblo y no de otra manera y menos por las armas.
Mensaje al pueblo del Presidente Zelaya: Por mucho que un grupo de personas quieran hacer para aterrorizar al pueblo, tenemos la capacidad de superar esta situación al igual que décadas anteriores, pasamos por problemas grandes y hemos tenido la capacidad desazonar y superar a cualquiera que ha querido privarnos de libertad. El pueblo está en estos momento angustiado...Quiero llamar a la nación hondureña a que nos concentremos en un sentimiento patriótico y la importancia de nuestras vidas. Nuestros derechos y conquistas están poniéndose en riesgo. Hay que imponer nuestra conciencia y patriotismo.
Los soldados tienen madres, hermanos, hijos y esposa y no deben de disparar a la gente. Llamo a la Iglesia Católica, a mi iglesia, no pierdo la fe ni opción preferencial para los pobres para luchar junto a ellos en la búsqueda de soluciones en los problemas que afectan a la patria, que entiendan que hay que liberar del mal a nuestra patria...A los militares que usan la fuerza, hoy va a quedar terminado con mi retorno a la patria de Morazán. Hoy me siento con la sangre de Cristo para levantar el crucifijo y tener la solvencia para entrar en Tegucigalpa con la opción de paz para los hondureños.