Con información de Prensa Latina
A pesar de la represión militar, miles de personas continúan hoy su arribo a la capital hondureña para protestar contra el golpe de Estado y esperar el pronto regreso del presidente constitucional, Manuel Zelaya.
Campesinos, sindicalistas, estudiantes y representantes de otros sectores se movilizan en autobuses, carros particulares, e incluso a pie, hacia esta urbe, adonde deberá llegar el fin de semana el primer mandatario.
Hemos venido desde Santa Bárbara para defender el orden constitucional y apoyar a nuestro presidente legítimo , dijo a la prensa el maestro Roger Perdomo.
Zelaya fue secuestrado el pasado domingo por un grupo de militares que lo golpearon y lo llevaron por la fuerza hacia Costa Rica.
La acción recibió el repudio de la comunidad internacional y de organismos como la ONU, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, el Sistema de Integración Centroamericana, el Grupo de Río, la Comunidad del Caribe y la OEA.
La Organización de Estados Americanos dio un ultimátum de 72 horas a los golpistas para reinstalar al jefe de Estado, razón que llevó a Zelaya a retrasar por tres días su retorno al país.
El régimen de facto, instalado tras la acción, reprimió las manifestaciones, extendió el estado de sitio por otros nueve días y suspendió las garantías constitucionales, denunció la vicecanciller del gobierno de Zelaya, Beatriz del Valle.
Decenas de dirigentes populares fueron arrestados y otros son amenazados con despidos o la expulsión del país, dijo, por su parte, Alba Mejía, educadora de Santa Bárbara.
Mientras en las principales vías de acceso a la capital, efectivos del ejército colocan retenes para impedir el paso a los manifestantes, lo cual ha obligado a la población a continuar la marcha a pie.
Tegucigalpa está rodeada por todos los hondureños para darle la bienvenida al presidente , dijeron dirigentes magisteriales.