Montevideo, 18 may (PL) Apesadumbrados, los rostros adustos y las lágrimas liberadas al dolor o apenas contenidas, miles de uruguayos desfilaron hoy, cómplices en el silencio, ante el cuerpo amortajado del escritor y poeta Mario Benedetti.
Desde las nueve de la mañana y hasta las 10 de la noche, gente de todas las condiciones sociales, edades y credos, pasó por el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, donde se instaló una capilla ardiente para despedir al insigne intelectual.
Desafiando la grisura y frialdad del día, ancianos, niños, jóvenes, a menudo familias enteras; intelectuales, hombres y mujeres de rudo trabajo; políticos, funcionarios del gobierno y embajadores, acudieron a despedirse de una de las personalidades más queridas y respetadas del país.
En esas poco más de 12 horas, ante el féretro de Benedetti, se fueron acumulando flores, cartas y objetos minúsculos cuyo simbolismo acaso solo era conocido por sus dolidos oferentes.
Y muchas lapiceras, porque no pocos recordaron que en uno de sus poemas el escritor pidió que cuando muriera no se olvidaran de su bolígrafo.
A las puertas del velatorio, entretanto, dos libros habilitados a ese efecto se iban llenando de frases de dolor y de firmas, últimas letras para quien supo reunir palabras y sentimientos con singular acierto.
Entre las decenas de ofrendas florales enviadas como postrer tributo de admiración y cariño hacia Benedetti estaban las de los gobiernos de Cuba y Venezuela, colocadas allí por miembros de sus legaciones diplomáticas.
Fueron precisamente los gobiernos de esos países los que en 2008 confirieron al escritor su última distinción internacional, el Premio ALBA, del Fondo Cultural de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América, en la categoría de Letras.
Una persona como Mario nunca muere, se siembra, dijo el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, después de rendir silencioso homenaje ante el féretro de Benedetti, resumiendo la esperanza de sus compatriotas de que la desaparición física del hombre marque el constante renacer de su obra.
El cuerpo de Benedetti será sepultado en la mañana de este martes en el panteón Nacional del Cementerio Central, tras recibir merecidos honores patrios.