Un icónico atardecer en el Malecón de La Habana. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.
Con una superficie de 109 884 kilómetros cuadrados, Cuba muestra escenarios naturales sorprendentes que albergan vida en su interior. Hermosos bosques, llanuras fértiles y sistemas montañosos enclavados a lo largo de toda la Isla, dotan a nuestra Patria de paisajes inigualables que no pueden ser otra cosa que una gran obra de amor.
En mis recorridos por todo el país he quedado cautivado por esa belleza natural que engendra, además, una gran biodiversidad. Sus atardeceres costeros, sus pueblos rurales idealizados en las leyendas populares, sus enrevesados caminos y, por supuesto, la gente que hace vida en esos lares, hacen de estos espacios verdaderos escenarios mágicos.
La siguientes fotografías corresponden a diversos territorios de todo nuestro archipiélago y son parte de esa belleza especial que ha quedado reflejada en mi lente.
La palma Real, la joya de nuestros campos cubanos. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.
Una mula atraviesa las montañas de la Sierra Maestra. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.
Pelícanos en la bahía de Santiago de Cuba. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.
Pueblito de Río Seco, en Mayabeque, una zona eminentemente rural. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.
Poblado de El Cobre en Santiago de Cuba, donde se ubica el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.
Un pelícano y su presa sobre el muro del malecón de La Habana. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.
Una finca agroecológica en el Valle de Viñales, rodeada por mogotes y una impresionante naturaleza. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.
Un campesino de la región de la Sierra Maestra, en Santiago de Cuba. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.
Una casa ubicada en el sendero que conduce al Pico Turquino, en Santiago de Cuba. Foto: Yandry Fernández Perdomo/ Cubadebate.