La Habana vivió este lunes su diaria rutina de labores y haceres, de sueños y aspiraciones, de escuelas y colas. La vida sigue signando a esta gran ciudad, mientras allá en el mundo digital, agoreros del odio hablan de la violencia y de la venganza.
La Habana. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
La Habana. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Un padre pasea con sus hijas por La Habana. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
En los medios de transporte es vital cumplir las medidas higiénico-sanitarias. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
La inventiva del cubano se pone a prueba todo el tiempo. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
La Habana.Ni el nasobuco puede ocultar la sonrisa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Un empujón solidario para que el triciclo ruede más rápido por una calle habanera. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
¿Se imaginan montar en una guagua con uno de sus tubos en la mano ? Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
La alimentación preocupa y ocupa, no solo a los habaneros. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Las motos, en sus diversas modalidades, cada vez son más habituales en el siempre ajetreado tráfico capitalino. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Poco a poco han retornado las actividades deportivas. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
El tráfico cada vez se parece más a cuando no sabíamos nada de la COVID-19. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.