Foto: Deny Extremera San Martín/ Cubadebate.
Volvemos a tomar el rumbo monte adentro por las estribaciones del Escambray (Guamuhaya). Solo unos minutos después de dejar el llano comienzan a verse maravillas. A diferencia de la primera excursión, se escuchan menos cigarras, al parecer termina la época del apareamiento. Sus huellas quedan en tantos exoesqueletos aún “posados” en las ramas.
Foto: Deny Extremera San Martín/ Cubadebate.
Hay, y es muy bueno, muchos polinizadores, empezando por las abejas. Y mucha agua, llueve copiosamente cada tarde. Entre tanto monte, el arriero sigue siendo esquivo a la cámara. Grande, elegante, tiene una capacidad casi irritante para perderse entre el matorral. Llega a hacerse más escurridizo que el zunzún o la cartacuba.
Lo demás, mucho espacio, mariposas y flores, arroyos y formas curiosas, y muchos caminos –solo basta decidir qué dirección tomar– por los que adentrarse.
Foto: Deny Extremera San Martín/ Cubadebate.
Foto: Deny Extremera San Martín/ Cubadebate.
Foto: Deny Extremera San Martín/ Cubadebate.
Foto: Deny Extremera San Martín/ Cubadebate.
