Alicia, Mónica y Déborah fueron sus nombres en la lucha clandestina, y Mariela, fue la mujer que subió a la Sierra.
Todos esos pseudónimos protegieron la identidad de Vilma Lucila Espín Guillois, la joven que no dudó en luchar entre montañas, en la ciudad y en la tribuna, porque creía en un país mejor, en el poder del amor, la familia, la justicia y la honestidad.
Hace once años su presencia no nos acompaña físicamente, pero en las fotos, en el recuerdo de todos, y en cada obra donde habita su huella, queda su sonrisa franca.
Documental proyectado en el acto realizado en el Memorial José Martí de La Habana, el 5 de abril de 2010 por el 80 aniversario del natalicio de Vilma Espín . Foto: Sergio Abel Reyes/ ACN.
Vilma junto a Fidel Castro en la Sierra Maestra.
Desde el principio la admiración entre Fidel y Vilma fue mutua.
Vilma junto a Raúl Castro.
La guerrillera junto a Haydée Santamaría y Celia Sánchez.
Vilma junto a Fidel Castro y los rebeldes en la Sierra Maestra.