Con mensajes de Fidel y su reconocimiento al papel de la Caravana de Amistad Estados Unidos Cuba, comenzó el tiempo de bienvenida a la 28 Caravana de Pastores por la Paz en el Centro Martin Luther King.
El patio, lleno de personas de la comunidad, de la Iglesia y de caravanistas de EEUU y de México, se llenó de lápices y papeles en formas de manos y pies.
Los participantes fueron invitados a escribir los sentidos y significados más importantes de la Caravana para nuestros pueblos después de escuchar las notas de La Cigarra, esta vez en voces de jóvenes cubanos: Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando. Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal, porque me mató tan mal, y seguí cantando.
Tributo al reverendo Lucius Walker
La XXVIII Caravana de la Amistad Estados Unidos-Cuba, protagonizada por Pastores por la Paz, rinde tributo en La Habana al fundador de esa plataforma interreligiosa, el reverendo Lucius Walker, fallecido en 2010.
El grupo visitante, integrado por 28 personas, la mayoría estadounidenses, pero también mexicanos y europeos, llegó ayer a la isla con el propósito de apoyar los reclamos por el cese del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Washington desde hace casi seis décadas.
De acuerdo con la directora ejecutiva de Pastores por la Paz, Gail Walker, los activistas exigirán a la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, que se mantengan los avances impulsados por su predecesor, Barack Obama, y se autorice a los ciudadanos de ese país a viajar a Cuba libremente.
La caravana, que trae una donación simbólica de medicamentos de primera urgencia en la nación caribeña, recorrerá varias provincias cubanas y se reunirá con ciudadanos, iglesias y entidades culturales.
La Caravana de la Amistad inició en abril último un recorrido por 50 ciudades estadounidenses para informar sobre la realidad cubana y los intentos de Trump para revertir el incipiente proceso de normalización de relaciones bilaterales.
Pastores por la Paz surgió en 1988 como un proyecto de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria, dirigida en ese entonces por el reverendo Lucius Walker, y desde 1992 dirige sus iniciativas de solidaridad hacia Cuba.
(Con información de Prensa Latina y Centro Martin Luther King)