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Ecos del 25 Festival Internacional de Ballet de La Habana

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Lo que no fue, Laura Valentín. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"Lo que no fue", Laura Valentín. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

Anoche concluyó en el Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”, el 25. Festival Internacional de Ballet de La Habana, con una gala que mostró artistas de diferentes países de América, Asia y Europa, los que expusieron lo mejor de su arte.

En los diez días de Festival (del 28 de octubre al 6 de noviembre) se presentaron 67 obras de 21 compañías representadas en el evento. Se produjeron seis estrenos mundiales, 28 estrenos en Cuba y uno por el Ballet Nacional de Cuba.

Diversas acciones se realizaron paralelas al Festival, que ofrecieron otra opción especial dentro del evento. También se exhibieron exposiciones en diversas galerías de la capital, y se brindaron conferencias, presentaciones de libros, cancelación de sellos y ciclos de cine y video.

Los invitados al evento se sintieron en casa y disfrutaron de cada espectáculo. “Vine al 25 Festival, participé en clases, presencié funciones, y retorno a París con una promesa digna para el público cubano, regresaré el año que viene a bailar”, aseguró Aurelie Dupont.

El Gran Teatro de La Habana, las salas Avellaneda y Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, el Teatro Mella y el Ciervo Encantado fueron los escenarios donde se fundieron cubanos e invitados y lograron cada día la magia de la danza.

“Quería mucho compartir con el Ballet Nacional de Cuba, uno de los sofisticados pilares de ballet en el mundo y con este hermoso pueblo. Me encanta la estética de los bailarines cubanos, su país increíble y como se dejan guiar por la música. Tienen mucha disciplina, tato la escuela como la compañía”, dijo complacido Justin Peck.

Cada dos años, entre finales del décimo mes y principios del onceno, La Habana bai­la. Este 2016 no fue excepción.

"Invierno", Anette Delgado y Dani Hernández. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"Invierno", Anette Delgado y Dani Hernández. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"La Bella Durmiente", Sadaise Arencibia y Raúl Abreu. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"La Bella Durmiente", Sadaise Arencibia y Raúl Abreu. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"Claro de Luna", Hyemin Hwang y Dongtak Lee. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"Claro de Luna", Hyemin Hwang y Dongtak Lee. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"Alas", Viengsay Valdés. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"Alas", Viengsay Valdés. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"Romeo y Julieta", María Ricetto y Gustavo Carvalho. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"Romeo y Julieta", María Ricetto y Gustavo Carvalho. Foto: Nancy Reyes/ BNC.

"Rubies", Beckanne Sisk y Chsistopher Ruud. Foto: Nancy Reyes/ Cubadebate.

"Rubies", Beckanne Sisk y Christopher Ruud. Foto: Nancy Reyes/ Cubadebate.

(Cortesía del Ballet Nacional de Cuba)

Se han publicado 4 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Jny dijo:

    Buenos Aires Ballet espectacular!!

  • TT dijo:

    Como puedo compartir este reportaje en FB???? No aparece compartir....

  • dahiana maria cabrera gutierrez dijo:

    Me encanta el Ballet y desearia algun dia ser una gran bailarina y asi poder impresionar con mis pasos de cisne a mi gran amor t

  • Colaborador Danzarío dijo:

    Esto fue lo que salió publicado en la prensa española, exactamente en ´¨El País¨, sobre el XXV Festival Internacional de Ballet efectuado en Cuba, Alicia Alonso y nuestro maravilloso Ballet Nacional......

    El pasado y el futuro de la danza bailan un ‘pas de deux’ en La Habana
    Juventud y veteranía estrechan lazos en el 25º Festival Internacional de Ballet de la ciudad.

    JACINTO ANTÓN (ENVIADO ESPECIAL)

    La Habana 9 NOV 2016 - 14:02 CET

    Una de las representaciones del festival. JOSEP GUINDO.

    Los cuerpos de los bailarines se siluetean contra la claridad esplendorosa que entra por los ventanales hasta disolverse en un éxtasis de luz. Estamos en una clase magistral en la sede del Ballet Nacional de Cuba (BNC), en el distrito del Vedado, una de las muchas actividades del intenso programa del 25º Festival Internacional de Ballet de La Habana que se desarrolla en diferentes espacios de la ciudad hasta el domingo bajo la advocación de su nonagenaria inspiradora, Alicia Alonso (a partir de este año el festival se denomina como ella, en tributo a la gran bailarina cubana). Chicos y chicas muy jóvenes pero ya todos estrellas en diferentes compañías reciben una lección excepcional del maître Azari Plisetski, leyenda viva del mundo de la danza, exprimer bailarín del BNC y hermano de la fabulosa Maia Plisetskaya. Azari va a cumplir este año los 80 pero entre los jóvenes bailarines de cuerpos inenarrables se alza como un león en un pozo de danieles. “La pelvis hacia delante, el cuello erguido, de la nuca al coxis es vertical, quiero insistir en eso. Son ustedes profesionales, no tienen derecho a cometer esos errores. Quiero exigirles más calidad”. Entre las paredes azul cielo recorridas por barras y espejos, bajo las palas de los ventiladores del techo, los chicos y chicas asumen sumisos el correctivo. Un cisne negro de mirada melancólica y maillot chorreante de sudor se rasca disimuladamente la nalga. Un vapor húmedo llena la sala pos de la ovación, la proeza, una pirueta más. Nunca hay que olvidar que somos artistas. Tenemos que llevar un mensaje artístico y no meramente técnico”.

    La técnica, precisamente, aunque no la de danza, fue la culpable el mismo jueves de que se suspendiera un programa en Teatro Mella al poco de empezar. Un corte de flujo Todas las actuaciones del festival son seguidas por un público conocedor y entusiasta que llena los teatros. Y dos espectáculos acabaron ayer con todos los espectadores puestos en pie aplaudiendo y lanzando “bravos”: el del Buenos Aires Ballet, uno de los triunfadores indiscutibles del festival con sus energéticas y estimulantes piezas mezclando clásicos como Vivaldi con el jazz de Piazzolla o Duke Ellington; tuvieron que repetir tres veces el final de su Bastones dorados. El otro gran éxito fue el Don Quijote del Ballet Nacional de Cuba, con Anette Delgado y Dani Hernández en aéreo estado de gracia.

    Más en general, la convocatoria permite ver bailar a grandes figuras jóvenes de prestigiosas compañías, como Osiel Gouneo, del Ballet de Munich, Maria Kochettkova, del American Ballet Theatre y Ballet de San Francisco o Ashley Bouder y Joaquin de Luz del New York City Ballet. Luz y Kochetkova, precisamente, fueron muy aplaudidos anteanoche en su espectacular pas de deux de Don Quijote. Entre lo mejor de esta edición, también una Giselle del BNC.

    La Habana se llena de danza no solo en los teatros. Diversas exposiciones muestran esta disciplina a través de la fotografía y otros géneros artísticos en museos y centros. Particularmente hermosa es la consagrada al Ballet de la Opera de París del fotógrafo Pierre-Ellie Pibrac en la Casa Victor Hugo en la Habana Vieja. Como dice el lema del festival, tomado de Alejo Carpentier: “El espíritu de la danza es inseparable de la condición humana”.

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