Cientos de cubanos rememoraron este jueves en La Habana el sesenta aniversario de la función de desagravio contra el régimen batistiano que ofreciera la entonces joven Alicia Alonso.
En 1956, el Ballet Nacional protagonizó una gala memorable en el Stadium Universitario, como punto álgido del enfrentamiento con funcionarios culturales del Estado que pretendían captar a la ya reconocida bailarina para fines propagandísticos.
El Instituto Nacional de Cultura, entidad al servicio del batistato, ofreció a Alonso una gran cantidad de dinero de forma vitalicia, cosa que la artista rechazó en carta abierta y de esa manera encontró el encono de los personeros del régimen dictatorial.
Lo primero que hicieron fue retirar un fondo estatal que desde antes del golpe de Estado de 1952 recibía la compañía danzaria.
Las agresiones tuvieron su contraparte en la actitud de varias personalidades de la cultura que apoyaron a Alonso, y el punto culminante fue la función de desagravio convocada por la FEU y el Ballet, y que se convirtió además en espacio desde el cual muchos asistentes expresaron su inconformidad contra el batistato.
"Una vez más el recinto universitario abre las puertas al Ballet Nacional de Cuba, lo que nos permite sentir la emoción del reencuentro con una historia que ha trascendido las épocas y las personas, porque tiene sus bases en valores culturales y patrióticos imperecedero", escribió la Prima ballerina assoluta para aquella ocasión.
En el acto de esta noche en la Plaza Ignacio Agramontes de la Universidad de La Habana, los integrantes de la compañía interpretaron, entre otras, fragmentos de las piezas Don Quijote, Las Sílfides y Percusión para seis hombres.
(Con información de Prensa Latina)