Un pan nuestro para cada día en Centro Habana (+ Video)

No hay secretos en esta panadería. Los maestros y aprendices elaboran la masa frente a los golosos clientes, el horno se abre a la vista, las 14 variedades de pan están al alcance de la mano. Es Salchipizza, una pequeña empresa no estatal ubicada en el Corazón de Centro Habana —Infanta #562, entre Zapata y Valle— donde cada pieza horneada tiene historia.

Hay panes de berenjena, de calabaza, de café, de queso, albahaca, ajo, cebolla, chicharrón..., hechos a la manera artesanal, sin levadura, con una masa diferente para cada tipo de horneado.

La masa madre del pan integral tiene 97 años, asegura Alberto González, el maestro panadero que reconoce la inspiración de su abuela en este proyecto, pero también los años duros de aprendizaje, primero en Cuba —estudió Ingeniería Química en Alimentos— y luego en Italia. Como chef, obtuvo la Medalla de Bronce en Artística de Cocina Internacional (2007), Cuchara de Oro y Tenedor de Plata (2009), además de ser el primer maestro cocinero cubano en obtener una estrella Michelin en Europa.

Son cinco trabajadores y un gusto común por la dignidad de un oficio que rescata, nada más y nada menos, que texturas, olores y sabores olvidados en Cuba. Alberto ha traído a Centro Habana, viejas y nuevas recetas, y nos recuerda que el pan es un alimento fino y dulce que requiere de un ritual especial a la hora de comerlo; que cada uno lleva un orden y un tiempo específico para disfrutarlo en una tarde lluviosa, en la hora del desayuno o como acompañante en los alimentos de cada día. Lo efímero también puede ser bello y delicioso.