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Isis de Lázaro y Jobana M. Bencomo en la XII Bienal de La Habana con los “sin nombre”

Isis de Lázaro mientras pintaba otra de las obras que se exhibirán en la exposición.

Isis de Lázaro mientras pintaba otra de las obras que se exhibirán en la exposición.

Sin fronteras entre lo real y lo fantástico seres de este mundo habitan su imaginación. Se presentan enrevesados y gráciles, bajo la estampida de unos ojos enormes. Les trina la palabra en el gesto y en la mirada el juicio. Son los viandantes del malecón habanero, en el largo bregar de su existir sobre esos muros inquietos. Y los protagónicos de Isis de Lázaro, que acompasan los nuevos empeños de esta pintora de los poderes del alma.

Porque es en la fuerza del espíritu donde se hallan las esencias de sus vividas pinturas, de sus acciones plásticas y de sus esculturas, nacidas todas ellas de un talento tempestivo y de la habilidad del modelado y el trazo seguro. Aun cuando ahora Isis asista a la madurez de su carrera y nos traiga personajes de otra índole, en ruptura total con sus fantasmas de otro tiempo.

Estos, los “sin nombre”, no pretenden rendir culto a lo bello, aunque redunda la estética y plasticidad de sus formas. Y ahí están sus encantos. Si se da por descontada la singularidad de cada uno de los personajes, más estilizados o pedestres, según sea el mensaje en el que se les pretenda implicar.

Open Studio Malecón, los agrupa a todos. Es una exposición colateral de la artista en la XII Bienal de La Habana. Abrirá sus puertas en un espacio de sobrios matices, donde soplan todos los vientos y la luz se abre espacio sin buscar recónditas hendijas. Pero abarca más: los grafitis en las escaleras y el abrigo del piso contiguo.

Han sido largos los días de los preparativos y en una de esas tardes, en las que el calor encera las pieles impacientes, apareció Jobana M. Bencomo, la directora de programas televisivos. Y se descubrió en otro Malecón, el del entorno social. Tejió una historia con las obras de Isis y cámara en mano, echó a “rodar” su primer videoarte. “Porque ellos, los de otras épocas, también se sentaron en el ´muro de los comportamientos´ y construyeron una realidad, como espectadores o protagonistas”.

Ambas artistas han conspirado a la hora de presentar este hábitat, fusionado por la heterogeneidad de lo humano y lo civilizatorio. Y en base a  dicho recurso dialógico han desarrollado sus obras. Aunque, a diferencia de Jobana, Isis se centra más en los seres contemporáneos y en sus conductas más inciviles.

Jobana, sumergida en el quehacer televisivo, sigue en su presentación una lógica discursiva que transcurre entre abruptos giros dramatúrgicos y performánticos, trazados a “pincelazos” desde su “paleta” audiovisual.  Así concibió el movimiento de las imágenes pictóricas (los cuerpos de los personajes), sus superposiciones y tránsitos, su integración a los efectos multi-mediales y a las tomas de vídeo en el Malecón.

El paraíso o el infierno son sus metáforas conceptuales. Entre esas máximas transcurren los diez minutos de exposición del videoarte. El fuego, uno de los recursos a los que se apega,  le sirve para representar el arraigo de una parte de los asiduos al muro habanero a su génesis social. A aquellos simbolizados en la obra de Dante con el alboroto, la discordia y la violencia. Y, en la buenaventura de los pregoneros, en sus voces, la realizadora deposita la impronta de una cultura de lo perentorio.

Al reforzamiento de este contraste convocan otros efectos sonoros como el quebranto de cristales y el detonar de una sirena, mezclados con la música de Beethoven y Wagner. Tal vez para insertarle universalidad a lo cotidiano, y para volver a lo particular en el cierre con el tema de Cecilia Valdés. O, quizás, por ir tras una personalización de los estados de ánimo de los seres que evoca Isis de Lázaro en sus pinturas. Un propósito encaminado a incidir sobre ciertas tendencias conductuales observadas  entre los concurrentes a ese entorno citadino, más allá de aquellos que anidan en el muro por el simple disfrute del sitio costero.

Malecón, el videoarte de Jobana M. Bencomo, se asienta así en arbitrios del género en cuanto a maneras de contar. En tanto se acerca a temas de la cotidianidad y escapa a “formas estáticas y lineales de narración”. Y también cuando acude a “fuertes y veloces profusiones de imágenes sin transiciones, provocando el efecto de no narración, de simple mímica de hechos, sentimientos o intenciones”[i].

Open Studio Malecón, por su parte, delinea desde lo caricaturesco una mirada crítica sobre el incivismo en los comportamientos humanos, en cuanto a normas de convivencia pública se refiere. También, como un elemento modulador de diversas formas de disfunción social.

La exposición integra 34 lienzos, dos instalaciones (conformadas por pequeñas figuras de alambre y cobre) y dos grafitis. Y, comprende además una muestra perteneciente al Proyecto Internacional de la UNESCO enREDadas 2015. Insertas en otra instalación, Naturaleza Humana, que es como se le ha denominado, incluye fotografías de cuatro artistas  pertenecientes a dicha agrupación.

Isis de Lázaro se presenta, pues, en la XII Bienal de La Habana con una serie novedosa, que Jobana M. Bencomo ha llevado a la imagen en movimiento, y que el crítico español Gregorio Vigil ha avistado como una “conformación en permanente metamorfosis”. De tanto aplazamiento y resignación —dice— los cuerpos han mutado, se han transformado, parecen íncubos y súcubos caribeños, que se amparan en su nueva morfología para desafiar al destino. Y lo harán con un atroz halo de belleza, con unos rasgos que les dan la magia arrabalera y animista del son”.

Malecón (técnica mixta), pieza que identifica al Open Studio de Isis de Lázaro.

Malecón (técnica mixta), pieza que identifica al Open Studio de Isis de Lázaro.

Instantánea del videoarte.

Instantánea del videoarte.

Jobana M. Bencomo, durante la preparación videoarte.

Jobana M. Bencomo, durante la preparación videoarte.

Otro momento de Malecón.

Otro momento de Malecón.

“Padre nuestro”, técnica mixta, Isis de Lázaro.

“Padre nuestro”, técnica mixta, Isis de Lázaro.

El uso del fuego en Malecón. Uno de los recursos expresivos más utilizados por Jobana M. Bencomo en su videoarte.

El uso del fuego en Malecón. Uno de los recursos expresivos más utilizados por Jobana M. Bencomo en su videoarte.



[i] Según Sergio Roncallo en su artículo El video (arte) o el grado Lego de la imagen. Revista Signo y Pensamiento, 2005. Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, Colombia