En la esquina de San Indalecio y San Bernardino, en la capitalina barriada de 10 de Octubre del Consejo Popular Tamarindo, hay labores de remozamiento y reconstrucción en un modesto monumento a los Cinco Héroes erigido en esa esquina.
Pedro Alberto González Peña narró que el monumento surgió cuando se da a conocer la noticia de la detención de los héroes. El artista Yanier Corrales Zamora lo ayudó a fraguar la idea y se unió a la causa como respuesta a la acción de los EE.UU por el injusto encarcelamiento. Ocho meses duró la idea en materializar y el trabajo de escultura de las plantillas.
La obra está compuesta con cinco puños elevados al cielo, encadenados como símbolo de la injusta prisión. En su centro le sirve de base una estrella que apunta al norte y la palmácea central conocida como Jata de Guanabacoa, que evoca el mestizaje.
Finalmente, quedó concluido el 12 de septiembre del 2000. González Peña supone que este es el primer monumento realizado en homenaje a la lucha por la liberación de los Cinco.
“Ya ellos están libres y de regreso en su patria. Ahora lo estamos restaurando, pues han pasado sobre el monumento años de sol y sereno. Pero vivimos con la ilusión de que los Cinco pasen por acá y personalmente corten esas cadenas, hasta una cizalla tenemos guardada para ese día tan esperado”, enfatiza González Peña.