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Dos caras de un mismo lugar: El Nicho

El Nicho, impresionante sitio con saltos de agua, cascadas y pocetas naturales, es sin dudas un hermoso paisaje de las montañas del Escambray cienfueguero, con aves exclusivas, flora endémica, cuevas, y donde el visitante puede disfrutar de la práctica del senderismo.

Hasta este hermoso paraje, y con la ayuda tanto de las autoridades locales como del periódico Cinco de Septiembre, pretendió CubaDebate llegar y poder mostrar a sus lectores esos encantos naturales. Pero, desgraciadamente, no pudimos acceder al lugar pues se nos exigió un pago de 20 pesos MN lo cual, por cuestión de ética periodística, no aceptamos.

Algo frustrados pero no derrotados decidimos seguir camino y buscar a los pobladores del pequeño asentamiento rural homónimo. Y fue esta nuestra suerte pues encontramos a gente muy sana, hospitalaria y gentil que nos invitó a conocer sus humildes vidas sin contratiempos de ningún tipo.

Armando chapeando su Maiz.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Armando chapeando su Maíz. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

Armando, un cooperativista colmado de canas y curtido por el sol, nos llevó a su sitio de trabajo habitual, donde limpia el maíz machete en mano y, sin dejar de accionar su afilado instrumento de corte, respondió a nuestras interrogantes que no fueron más allá de temas costumbristas.

Le contamos del incidente cuando intentamos acceder a los paisajes naturales del Nicho y el veterano montuno nos dijo: "no se aflijan, periodistas, yo nací y me crié en esas pocetas de agua y hoy día si quiero ir con mis nietos una tarde, también tengo que pagar 20 pesos por cada uno y tengo tres nietos".

Con algo de vergüenza por tal injusticia nos despedimos de este hombre de surco que sigue adelante aunque a veces no entienda tales decisiones, incomprensibles también para nuestro equipo de prensa.

Alejandro en su cafetal.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Alejandro en su cafetal. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

En busca de un sembrado de Café, llegamos a casa de Alejandro, quien nos comentó sobre los avatares para recuperar las cosechas del llamado oro verde, y de inmediato nos convidó a degustar plátanos de fruta, de esos que no tienen químicos y que resultan una delicia al paladar.

Agapito a sus 98 años bajando a su cafetal. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Agapito a sus 98 años bajando a su cafetal. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

Seguimos nuestro camino acompañados por el canto del tocororo y bajo un radiante sol montañés hasta llegar a un sitio casi mágico, yo diría detenido en el tiempo y atesorado por el amor, el humildísimo hogar de Agapito, un abuelo de 98 años de edad.

Agapito junto a su esposa Adelaida.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Agapito junto a su esposa Adelaida. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

Agapito un hombre de 98 años.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Agapito un hombre de 98 años. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

Un hombre que desafía el tiempo y se ríe de sus años, nos convidó a bajar a su cafetal mientras le pedía a su nuera que colara un buen café para nosotros. Tomó el trillo con tal agilidad que casi no deja tiempo para fotos, luego nos confesó: "esta cosecha no será muy buena pero es normal, digan lo que digan, yo, que cultivo este pedazo de tierra desde el año 1930, les afirmo que el café pare bien un año y el otro no".

Gallo en casa de Agapito.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Gallo en casa de Agapito. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

De regreso a su casa, llamó a su esposa para que viera en la cámara las fotos hechas hasta el momento, y sin pedirlo directamente, posó junto a ella para una fotografía dejando escapar una sonrisa del tiempo que no pasó. Luego, ya en confianza, saboreando un café con olor aun a tierra húmeda, me dijo: "oiga yo quiero tener una de esas fotos, por favor". Y claro que se las traeremos, le respondí.

Cuánta belleza descubrimos esa mañana sin asomarnos al gran salto "protegido" por la comercialización. Cuánto amor, cuánta humildad de gente de trabajo, gente de revolución. Al final salimos ganando, les aseguro. No existe mayor belleza que la humana y esa, cuando es de ley, nunca se podrá comprar.

Granos de Cafe.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Granos de café. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

Rosa, nos cuela un sabroso cafe.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Rosa, nos cuela un sabroso café. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

Campesino del Nicho.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Campesino del Nicho. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

Pobladores del Nicho.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Pobladores del Nicho. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

Pobladores del Nicho.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Pobladores del Nicho. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.

Escambray.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Escambray. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate.