Silvio en Moro Portocarrero: Persona del ayer

Presentación de Silvio Rodríguez, Trovarroco, Niurka González y Oliver Valdés, con Santiago Feliú como invitado en Moro Portocarrero, Mantilla, Arroyo Naranjo.

Liberada nació en Trinidad, Sancti Spíritus, en 1920. En julio próximo cumplirá 92 años. Los últimos 70 los ha vivido en un barrio conocido como El Moro, y sentada frente a una máquina de coser rusa.

Con la máquina crió a sus cuatro hijos. De ella salieron uniformes, gorras, bolsos, "vestidos y zapatos para cualquiera". En los últimos tiempos, alterna la costura con la confección de juguetes que hace con materiales reciclados. "Son unas boberías que yo trato de hacer para los niños de por aquí". Muchos de ellos, sus padres y hasta abuelos, la llaman "Mima" o "Abuela". Y ella lo disfruta porque le gusta "tener un millón de amigos y ningún enemigo".

Liberada enseña lo que sabe: coser; "aunque a las muchachas de ahora no les interesa mucho. Es que se viven momentos diferentes. Como yo soy una persona del ayer, me doy cuenta de que muchas cosas no las veo como la gente de este tiempo". También por eso le gusta vivir sola, a su ritmo, bajo su orden de muñecos, retazos y cartones por todas partes.

Vive en un barrio cuyas condiciones actuales no son como ella esperó. "Pero no se puede pedir más, valga que podemos decir que vivimos un poco decentemente". Esta anciana es muy dada a aconsejar: "Sobre todo les digo que se ‘aguanten la mano'. Pero solo doy consejos, sin meterme en la vida de nadie. Yo hice ya mi vida, con dignidad y honestidad. Cada cual es un mundo, que cada cual haga la suya".

Se lleva bien con todos, y brinda ayuda a quien lo necesite. "Dicen mis hijas que yo todo lo doy, me critican por eso, pero yo no voy a cambiar. Me gusta ser así. Y al que se le rompa algo, aquí se lo coso, aunque sea a mano".

Su casa está habitada por muñequitos de tela o cartón, caballitos, casas, tiritas... "Las ideas me vienen antes de dormir, pienso en algo, después cojo un lápiz y lo anoto, y al día siguiente lo hago. Me gusta desarrollar la mente". Y bien que la conserva: "¿Viene Silvio? Pues yo me acuerdo de él en sus comienzos, tenía un programa y yo lo veía cantar. Era casi un niño, muy flaquito".

El entonces casi niño se presentó esta noche en El Moro, a unos cien metros de casa de Liberada. Ella ni siquiera tuvo que bajar: "Desde aquí mismo puedo verlos".