Por Luis Antonio Gómez Pérez, estudiante de Periodismo de la Universidad de La Habana.
Hacer deportes es una buena forma de emplear el tiempo libre, muchos son quienes en las horas de ocio asisten a un gimnasio o juegan fútbol o béisbol. También por estos días es frecuente tropezarse en cualquier parque o esquina con grupos más "alternativos" que se reúnen para aprender pasos de modernos bailes o fortalecer el cuerpo y el espíritu practicando artes marciales.
Días atrás encontré uno de estos grupos en el parque Máximo Gómez, cerca del Túnel de La Habana y, a primera vista, me resultó difícil precisar si bailaban o combatían. Aunque había oído hablar con anterioridad sobre la Capoeira, estilo de lucha mezcla de danza y de arte marcial, no imaginaba que también se practicaba en Cuba. Decidí volver, pero esta vez cámara en mano.
La escuela del profe Chocolate no es el único lugar en La Habana para aprender esta modalidad de pelea, existen varios profesores en otros municipios de la capital y muchas veces se ponen de acuerdo para realizar encuentros entre sus estudiantes. Por lo general, cada sábado varios capoeristas se reúnen en las inmediaciones del Capitolio para poner en práctica sus habilidades.
La Capoeira fue introducida en América por los prisioneros negros procedentes de África que los europeos trajeron a sus colonias en el nuevo mundo. Una vez aquí, los esclavos perfeccionaron un estilo de lucha que, disimulado tras la música y el canto, hiciera creer a sus amos que solo se trataba de una danza ritual. Hoy la Capoeira se considera un arte marcial afro-brasilero, pues fue en esta región donde mayor desarrollo alcanzó y donde más se practica en la actualidad.
Según Chocolate, sus estudiantes no solo aprenden los movimientos y posiciones de ataque y defensa, también deben dominar la historia de la Capoeira y conocer los cantos con que se acompaña la roda, especie de círculo en cuyo centro dos o más capoeiristas realizan el juego. Con el tiempo, algunos hasta aprenden a tocar el berimbau, instrumento musical que marca el ritmo de las peleas y estimula a los participantes.
Los estudiantes de Chocolate aprenden posiciones y técnicas básicas
Tanto practicantes avanzados como inexpertos realizan una roda para poner en práctica lo aprendido al finalizar la clase
Los distintos "toques" de los berimbaus marcan el ritmo del combate, también estimulan y provocan a los capoeiristas
Antes de comenzar el juego, los contrincantes, a modo de invitación, dan vueltas a la roda hasta detenerse en cuclillas frente al berimbau para iniciar la "pelea"
Los enfrentamientos requieren ser ejecutados con mucha coordinación, gran parte de los movimientos parecen pasos de un baile bien ensayado
Los capoeiristas aprovechan el balanceo característico de su arte marcial para lanzar ataques desde posiciones inimaginadas
Pocas veces los capoeiristas se golpean mientras juegan en la roda
Ya en América, los esclavos disimularon su estilo de combate tras la música y el canto, así los amos creerían que solo se trataba una danza ritual
Aunque por lo general los capoeiristas atacan utilizando sus piernas, en ocasiones también usan las manos, sobre todo para desbalancear a su oponente
En Capoeira son frecuentes los movimientos acrobáticos tanto para atacar como para esquivar al contrario
Capoeira no es solo un deporte o un arte marcial, también es una manera de hacer buenos amigos