Antes de leer este resumen, usted debería escuchar el sonido que lo acompaña. Son apenas siete minutos de un programa de Telemundo, en el que dos expertos en leyes, valoran las recientes amenazas del senador Marco Rubio contra los emigrados cubanos que se atreven a regresar de vacaciones al país. Según el legislador, todos podrían perder el estatus que les permite residir y trabajar en los Estados Unidos. Pero los entrevistados en el canal latino dicen otra cosa.
"Hay que cambiar la ley", dicen al unísono la periodista y una de sus entrevistados. Se refieren a la Ley de ajuste cubano, que obliga a los emigrados cubanos y sólo a ellos, a declararse perseguidos políticos para recibir beneficios con el asilo automático en Estados Unidos. Los que emigran de forma legal por reunificación o parole no tienen que hacer esa declaración, luego tampoco enfrentan la deportación anunciada por Rubio.
Según Reinier Duardo, con el debate abierto en torno al tema en La Florida, estamos asistiendo al destape de una política que tiene casi 60 años de existencia, madiante una Ley concebida para que ante los ojos del mundo se vea a los cubanos que emigran como prófugos de un sistema represor y de una supuesta persecución política.
Pero resulta que la gran mayoría de esos emigrantes en cuanto pueden, regresan a Cuba y no necesariamente a vacacionar, como sugiere Rubio, a veces simplemente a reencontrarse con los suyos y ayudarlos, si es que pueden, considerando el alto costo de la vida allá .Como dice la abogada del programa, a muchos no les alcanza ni para sí mismos, pero apelan a lo que sea para volver, incluyendo trasladar equipajes de otros que les pagan el viaje.
Para Bárbara Betancourt, le han dado tanta vuelta a la rosca, que se fue la zapatilla. Resulta insólito escuchar a un congresista tan agresivo contra su país de origen (que no de nacimiento como ha pretendido a veces) desmentirse a sí mismo, públicamente, en un asunto del que ha vivido sacando provecho por tanto tiempo.
¿Por qué lo hace? Ya lo dijimos aquí. Se trata, sobre todo, de una amenaza, agitar un fantasma, para atemorizar y, si pueden, paralizar los viajes de los emigrados a Cuba. Evitar que gasten un solo centavo en el país donde viven sus seres queridos.
Por eso decíamos en un programa anterior que esto que pretende imponer Marco Rubio: que se deporte a los emigrados cubanos que visitan a su país, sería la medida 244 de reforzamiento del bloqueo. Pero por lo que dicen estos expertos, el senador está perdido. Por maldad o por ignorancia, lo que ha dicho es pura fake news. Al menos por ahora. No sería la primera vez que en el país donde ejerce, la ignorancia y la mentira imponen una ley.
Seguiremos Chapeando