- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Yo quería ser como Jonder

Jonder Martínez, lanzador cubano. Foto: Joel García

Estaba sentado en las gradas del Victoria de Girón desde bien temprano. Había invitado a sus amigos para el juego de cuartos de final, pero sobre todo para el retiro de un lanzador que conoció en La Habana, luego lo vio con Villa Clara y finalmente en Matanzas. “Miren, ya viene, en aquel descapotable, es el 27, con el uniforme de Cuba en el Primer Clásico Mundial. Es Jonder Martínez”.
Se levantó primero que todos y fue quizás de los que rompió con aplausos cuando el actual entrenador de pitcheo se bajó del carro para caminar despacio hasta el box. Una vez más hizo la rutina que impuso con gracia y algo de superstición. Tomó un pajita, una hierbita del terreno, y se la colocó en la boca. Así lanzó por 26 temporadas, desde que se inició con José Ibar, Oscar Macías, Andy Morales y compañía en aquel conjunto Habana que llegó a tener pronto el mejor staff de pitcheo del país.
“Ese que ustedes ven ahí es de los lanzadores más históricos en el béisbol cubano”, les decía a sus acompañantes. “Le faltaron ocho victorias para las 200, pero fue campeón nacional con tres equipos, Habana, Villa Clara y Matanzas. Y como si fuera poco, lanzó los últimos outs cuando estos dos últimos equipos se coronaron. Hasta recuerdo que bailó en el box en esos festejos”.
Jonder ya había avanzado desde la lomita hasta el home y observaba atentamente cada una de las palabras que sus compañeros de equipos Cuba o de antiguos conjuntos provinciales le regalaban en videos sin protocolo previo, solo con la autenticidad de los verdaderos amigos. “Hay quien se le olvida que salvó el juego en la última Copa Intercontinental que se hizo en 2010, en Taipei de China”, acotó como todo un estadístico el joven vestido con el traje de los Cocodrilos matanceros desde las gradas.
Como si fuera poco, tomó la batuta de nuevo como el más conocedor del deportista que se retiraba y les recordó a todos: “Es campeón de todo, Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericano, Olímpico, Serie del Caribe y de cuanto torneo internacional asistió. Desgraciadamente le persigue para siempre el jonrón de David Ortiz en el Clásico, pero a quién no le dio un palo así ese salvaje dominicano”.
El acto ya llegaba a su final con la entrada de su familia. Todas sus hijas, su madre venerada y su esposa estaban a su lado y, por supuesto, no iban a lanzar ninguna bola. Jonder se arregló el traje una y otra vez y cuando pensó que había vencido la emoción más grande, le traicionó una lágrima, expresión del ser humano sensible que se escondió en su rostro por más de un cuarto siglo, ahora más canoso en su barba.
“Coño, esto es duro, lo veo y no me lo creo. Estamos despidiendo a uno de esos ídolos de mi infancia. Lo confieso, yo quería ser como Jonder”. Y el número 27 alzó las manos, saludó a su público matancero. Y en las gradas alguien ponía punto final a su crónica no publicada hasta ahora.

Jonder Martínez, lanzador cubano. Foto: Joel García

Jonder Martínez, lanzador cubano. Foto: Joel García