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Vuelve el toque de silencio: Cuba recuerda a combatientes caídos en misiones internacionalistas

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Operación Tributo. Foto: Trabajadores.

Como cada 7 de diciembre se vuelve a escuchar: “Al escoger esta fecha para dar sepultura… combatientes internacionalistas caídos… cubanos que dieron su vida no solo en defensa de su patria, sino también de la humanidad”. La voz de Fidel se mezcla con imágenes de ataúdes y osarios, de un país en silencio y en luto, de banderas cubanas cubriendo los restos, de una madre que no halla consuelo –¿cómo encontrarlo cuando se pierde a un hijo?– y abraza un retrato, y lo besa y llora.

Aquel 7 de diciembre de 1989, en despedida de duelo nacional, se le daba sepultura a 2 085 mártires que cumplieron misiones militares en diversas partes del mundo, fundamentalmente en Angola, y 204 civiles. Entre el 27 de noviembre y el 4 de diciembre de ese año se realizó el traslado hacia Cuba de los restos como parte de la “Operación Tributo”.

Tras los Acuerdos de Paz en 1988 y la retirada de las tropas cubanas de territorio angolano, comenzaron las labores para el regreso de los combatientes caídos durante la guerra. “Traía en la sangre el calor humano de la amistad”, decía Agostinho Neto en unos versos.

“Hay acontecimientos históricos que nada ni nadie podrá borrar”, señalaba Fidel Castro en la ceremonia nacional de despedida de duelo, realizada en El Cacahual, donde descansan los restos de Maceo y Panchito. Estuvieron allí los restos de 16 combatientes internacionalistas, en representación de cada provincia del país y el municipio especial Isla de la Juventud.

Luego, en la tarde, se les dio sepultura a los caídos. Fue simultáneo en los 169 municipios de todo el país, la marcha de los cortejos fúnebres por las calles hasta los Panteones de los Caídos por la Defensa, las flores, los niños, padres, madres y abuelos en un llanto cerrado…

Momentos de la Operación Tributo en Holguín. Facilitada por colaborador del proyecto sobre Cassinga: Víctor Alejandro Aguilera.

Cuenta el periodista y corresponsal de guerra en Angola, José Antonio Fulgueiras, que aquel 7 de diciembre de 1989 un anciano le hablaba a un retrato. “Te estoy tocando, Ernestico, ¿no me ves?”, le decía. En el libro El hombre por dentro, el reportero relata que una joven le preguntó al viejo por qué le puso Ernesto, a lo que el abuelo respondió: “Le puse Ernesto porque sabía que iba a ser como el Che Guevara. ¿Alguien puede decir aquí que me equivoqué?”.

“Lo mantengo vivo en mí como el buen hijo que fue, y me siento orgullosa de la crianza que les di a él y a sus hermanos”, ha dicho antes a la prensa, Lorgia Rodríguez Montoya, madre de Tomás Ávila Rodríguez, fallecido durante la guerra en Angola.

Retamar escribió: “¿Quién se murió por mí? ¿Quién recibió la bala mía?”. Este martes volverá el tributo, el toque de silencio frente a cada panteón de esta Isla. Volverá el dolor que no se irá jamás, el beso y el llanto de las madres. “En la sangre, el amor”, decía Neto.

Operación Tributo. Foto: Liborio Noval (Archivo).

Familiares recuerdan a combatientes internacionalistas caídos en otras tierras. Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia de Santiago de Cuba, el 7 de diciembre de 2019. ACN FOTO/ Miguel RUBIERA JÚSTIZ.

Familiares recuerdan a combatientes internacionalistas caídos en otras tierras. Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia de Santiago de Cuba, el 7 de diciembre de 2019. ACN FOTO/ Miguel RUBIERA JÚSTIZ.

Se han publicado 24 comentarios



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  • Geonnis dijo:

    Buen Articulo..!!! Gloria Eterna a los Heroes y Martires de nuesta Patria..!!!

    • Amaya dijo:

      Recuerdo que este día también Fidel puso al descubierto la descomposición ideológica de que eran objeto ya la mayoría de los paises socialistas de Europa, principalmente en Polonia y las causas que lo provocaban.

  • jose dijo:

    Heroica gesta la protagonizada por esta tropa mayoritariamente jóvenes. Cuanto ejemplo, que símbolo de lo que es capaz de hacer el pueblo cubano por defender valores y principios en los que cree. Los imperialista debían conocer bien de esta proeza para que se ahorren amenazas.

  • Enrique desdin villa dijo:

    Honor y gloria para la los héroes caídos en misiones internacionales

  • Empresa Eléctrica de Guantánamo dijo:

    El dolor por los caídos en Angola persiste hoy en Cuba, cuando se cumplen 31 años del retorno a la isla de los restos mortales de quienes sacrificaron su vida por la independencia de ese país africano.La conocida como Operación Tributo comprendió la repatriación de los más de dos mil combatientes cubanos muertos en misiones internacionalistas en África y su entierro el 7 de diciembre de 1989 en suelo caribeño.

  • Patricia Arenas Bautista dijo:

    Honrar, honra!
    Es una deuda infinita el recordatorio de que el 7 de diciembre fue escogido para la velada en todo el país de los héroes caídos en Angola.
    A la vez, resulta inconcebible que se plantee la selección de esta fecha para el entierro simultáneo y no se hable de por qué esa fecha: LA CAIDA EN COMBATE DEL TITAN DE BRONCE.

  • VENTURA CARBALLIDO PUPO dijo:

    SOLO TRASLADAMOS LOS RESTOS DE NUESTROS MUERTOS: MEDITACIÓN DEL COMBATIENTE NÚMERO 54295
    Por Ventura Carballido Pupo
    Al regreso a la patria luego de cumplir nuestro deber internacionalista donde expusimos nuestras vidas a cambio de nada material, la única riqueza que trasladamos fueron los restos de nuestros compañeros que perdieron sus vidas.
    Fue de mucho lamentar aquellos que no pudieron físicamente recibir el saludo afectivo, memorable, de nuestro General de Ejército Raúl Castro, como lo disfrutamos nosotros.
    Los que tristemente sus familiares: padres, hermanos, hijos, esposas, novias, no tuvieron la dicha por un infortunio de la vida de darle un abrazo, un beso y reconocerle personalmente la grandeza de haber sido combatiente internacionalista.
    Para mí fueron momentos muy triste vividos en Cabinda Angola, ya que como integrante de la Fiscalía Militar tenía la responsabilidad de sepultar y resguardar los restos de nuestros muertos. (al final lo explico con detalles)

    NUESTRAS MEDITACIONES
    Como una manera psicológica de hacer avanzar el tiempo en busca del entrañable acercamiento a los tuyos en la Cuba bella que un día dejaste, sin saber que regresarías vivo, medité tan profundamente que involuntariamente me brotaron lágrimas.
    En el vuelo de regreso desde Luanda, Angola, retomé como hilo conductor unas profundas meditaciones que me permitió autoalimentarme al ubicar en el combatiente cubano tanta carga de comportamiento ético, conducta que pudiera resultar no creíble para los que están lejos de nuestro pensar, de nuestra manera de actuar, de la forma de proceder, de cómo fuimos educados y descubrir la grandeza de la obra por la que fuimos a pelear por otros pueblos donde expusimos nuestras vidas a cambio de nada materia
    No traíamos en la barriga del avión ninguna maleta con bienes materiales para regalar a los familiares y amigos en nuestra querida Isla.
    Como «equipaje de mano» solo traía un pequeño bolso que regalaba la línea aérea angolana y en él entre las cosas de más valor dos pañuelos de mujer para el pelo que me había regalado un militar de la Defensa Civil angolano, radicado en Cabinda, y un paquete de cigarros cubano de exportación del que nos llevaban los barcos al Africa, como regalo a mi atribulado padre, también, ropa interior para cambiarme cuando llegara a La Habana y una camisa, documentos que amparaban estímulos otorgado por la sección política de una de las unidades en las que estuve destacado y de la Fiscalía Militar donde culminé mi estancia y mi chapilla de combatiente número 54295 que atesoro aún con mucho amor.

    En mis bolsillos no traía ningún dinero, porque no éramos mercenarios que fuimos a la guerra a exponer la vida por riqueza, florecimos como combatientes Internacionalistas, de la gente de Fidel y de Raúl, representando a nuestro pueblo, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, a cambio de nada.
    La mayor estimulación no era llegar a encontrarnos con la familia y colmarlas de regalos, como suele ocurrir, en estos tiempos en que redacto esta crónica; el gran caudal de motivación que nos animaba era el cumplimiento de la tarea que se nos había encomendado, y recibir el cariño y homenaje como de esa forma fue, de nuestros compatriotas acá, de mi familia, y del fuerte apretón de manos del General de Ejército Raúl Castro y otros oficiales de las FAR que nos dieron la bienvenida.

    Nos bajamos de aquel inmenso avión Il 62-M de la aerolínea soviética sin nada material. No tuvimos que ir a recoger ningún equipaje. Nuestra riqueza más grande fue la moral, el patriotismo y la satisfacción del deber cumplido con Fidel y el Partido.

    De igual forma les ocurrió a los combatientes del Che a su regreso en 1965, y a todos mis compañeros de arma. Esa es la grandeza sui géneris de los internacionalistas cubanos que formamos parte de la Operación Carlota y otras misiones en otros países.
    Sin apego a nada material todo fue felicidad. Nuestra mayor tristeza es que muchos como yo regresamos vivos.

    Para no ser confundido, despojado de protagonismo alguno, inserto estas notas, en otro contexto, ya que sin perjuicio de que los colaboradores actuales y futuros reciban su estimulación económica, como algo lícito
    Vale la pena este contenido que recoge los postulados de desinterés de los combatientes cubanos internacionalistas de aquella época para que este ejemplo sirva de alguna manera, sobre todo en las nuevas generaciones de cubanos y cubanas
    REITERO PARA QUE COMO UNA MIRADA TRISTE PERO MUY PATRIÓTICA SE COMPRENDA BIEN
    Los cubanos la única riqueza que trajimos cuando regresamos a Cuba fueron nuestros muertos.
    No resultábamos ser mercenarios que íbamos a buscar cosas materiales; éramos internacionalistas; que nuestro único privilegio era defender la causa de pueblos hermanos. Eso fue lo que me llevó escribir esas reflexiones que la uso como colofón hoy, en que gloriosamente en Cuba, rememoramos la OPERACIÓN TRIBUTO

    MOMENTOS MUY TRISTE VIVIDO. TENIA LA RESPONSABIIAD DE SEPULTAR Y RESGUARDAR LOS RESTOS DE NUESTROS MUERTOS

    No por sensibles estas son cosas que hay que contarlas en su justo medio, porque formó parte de la realidad que le tocó vivir a los hombres y mujeres que se sumaron a la noble labor de ayuda a otros pueblos y tienen que ver con los combatientes que por diferentes motivos perdieron la vida en misiones internacionalistas.
    Esta experiencia fue la más conmovedora. Me tocó, en mi condición de asistente del fiscal, enfrentar situaciones de fallecimientos de compañeros; mi primer pensamiento se centraba en sus familiares en Cuba y lo traumático que esto les iba a resultar.
    Es bueno conocer que los cubanos en Cabinda y en otras regiones donde aperaban, teníamos un cementerio o una parte de él, donde le dábamos diga sepultura a nuestros fallecidos.
    Los principios éticos y humanistas se ponían de manifiesto cuando los combatientes sustituíamos a los seres más queridos en el dolor y en los actos velatorios.
    Es lógico que no lo hacíamos de la forma tradicional que se hace en Cuba, pero no faltaban las flores, el brotar del llanto de los compañeros y el enterramiento digno y seguro en un marco de total respeto y dolor.

    Cuando se procedía a situar en el cementerio a un combatiente cubano caído en combate o muerte por otras causas, se le introducía en la boca su chapilla con el número que le correspondía; como a todos, se llevaba a un registro con todas las generales, causas de la muerte y otros detalles.
    Cada vez que le tocaba morir a un cubano internacionalista fuera de su país, había que elaborar un amplio y transparente informe que sin dilación se le enviaba al Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Raúl Castro, y por su conducto al Comandante en Jefe, Fidel Castro.
    Era una tarea sagrada, inviolable, comprometedora, de imponer con tal premura a la máxima autoridad de nuestra Isla Mayor el deceso de cualquier compañero y sus causas. e

    • Patricia Arenas Bautista dijo:

      Agradezco profundamente el comentario de Ventura Carballido, digno de ser leído en las escuelas y publicado íntegramente. Toca las fibras, la representación de quienes conocemos y vivimos en esos tiempos de la entrega desinteresada de tantos combatienes y de las inquietudes y el dolor de todos los familiares que participaron.

      Es el mejor homenaje para todos los caídos. Es el recordatorio del sistema de valores que debe animar a toda la humanidad. Sin justicia para los pueblos y personas oprimidas en el mundo, no es posible disfrutar de un mundo mejor, no es posible hacer un mundo sostenible. ESE ES EL VALOR DEL INTERNACIONALISMO!!!

      Agradecimiento infinito a BMP2 y a todos los participantes. Como muchas veces, justamente Fidel y Raul plantearon, en Angola también se defendió a Cuba

    • Lissette Ftes dijo:

      Agradecida por su testimonio.

  • Maykell Castanedo Chacón dijo:

    La patria os contempla orgullosa

  • BMP2 dijo:

    Fui uno de los que participó en esa guerra para la expulsión de la Invasión Sudafricana del suelo angolano. Fui Zapador.
    Es un alto Honor para mi haber combatido al lado de excelentes personas y excelentes combatientes, y es un alto honor para mi haber saldado mi propia deuda con la Humanidad.
    El coraje, el alto grado de firmeza en los principios que defendíamos y la alta calidad combativa de nuestras tropas fue reconocido hasta por el enemigo.
    Hoy, como todos los años, me sumo a rendir tributo a todos los cubanos caídos en esa contienda.
    Honor a quien Honor merece.

  • VENTURA CARBALLIDO PUPO dijo:

    Para más acceso de la población (Lectores) resultaría intersante que el trbajo publicado como forista, bajo el titulo: SOLO TRASLADAMOS LOS RESTOS DE NUESTROS MUERTOS: MEDITACIÓN DEL COMBATIENTE NÚMERO 54295, pudiera publicarse en el Portal Cubdebate u otros medios. Epero compresnión al respecto. Esto forma parte del periodismo popular de pueblo. Grcias anticipada Cubadebate y su lindo equipo. Los saludo

  • Harold Valero Cruz. dijo:

    Honrar honra. A la luz de la Cuba actual y el curso que tomó la historia de los pueblos, me convenzo de lo necesario de aquella guerra. Gloria eterna.

  • rafael g dijo:

    gloria eterna a esos martires del internacionalismo ,siempre los recordaremos como grandes patriotas y revolucionarios y seguiremos su ejemplo si a CUBA la invadan esos los que quieren que a cuba la invadan les decimos PATRIA MUERTE VENCEREMOS

  • david dijo:

    Comparto estás de de décimas escritas con mi madre por aquellos días en que regresaron a la patria los restos de nuestros gloriosos mártires

    Fuistes ejemplo de mambí
    en las tierras Angolanas
    y replicaste campana
    con doctrinas de Martí.
    Por eso todos aquí
    sin sollozos ni lamentos
    tristes pero muy contentos
    ante mártires gloriosos
    marcha el pueblo majestuoso
    hasta el último aposento

    Si ustedes lo más preciado
    lo supieron ofrendar
    todos vamos a marchar
    por el camino trazado
    hoy el tiempo nos ha dado
    nuevas metas a cumplir
    y sabremos responder
    en el momento oportuno
    sin olvidar a ninguno
    hasta vencer o morir

    Autora

    Nereyda Estopiñán Alpizar
    Madre de internacionalista desaparecido en la guerra de Angola.

    ¡Patria o muerte!
    Venceremos

  • VictorQ dijo:

    Cada año que llega con esta fecha siento orgullo, dolor y un amasijo de emociones. Yo fui de aquellos y conoci las tierras africanas en 3 ocasiones (tirador de ametradora en la ofensiva del sur, coperante civil y oficial en LCB); siempre parti orgulloso, a pesar del la tristeza de mi madre y despues tambien de mis hijos. Defendiamos valores y peleabamos por el futuro. Valores y futuros que deben ser los de las nuevas generaciones y por los cuales aun somos capaces de pelear a pesar de los años y las canas. Pero a veces tambien duele que ni la legislacion ni en los centros de trabajo o barrios se le rinda el merecido homenaje y proteccion social a mis compañeros, mucho mas cuando ya hoy somos viejos y jubilados, en su mayoria. Dimos lo mas preciado y a cambio solo de la satisfaccion del deber cumplido, pero estas enseñanzas deben ser banderas permanentes. La generacion del centenario hizo la Revolucion pero la nuestra, dirigida por ella, la defendio y la engrandecio. Eso no se puede olvidar. Nos hace falta sentir el reconocimiento social adecuado y ello nos pondra tambien en el centro de la educacion politica de los pinos nuevos y que tan necesaria hoy.

    • Mrian dijo:

      Estoy de acuerdo contigo. No participé como internacionalista ni tengo familia cercana que lo haya hecho. Es cierto muy cierto aquí lucharon muchos por la independencia total de Cuba y por el desarrollo posterior del pais en todos los frentes. Lo hacían y hacen por su país. Pero no tiene comparación lo que hicieron los miles y miles de jóvenes, casi niños, otros no tan jóvenes en la defensa de la independencia de Angola. Eso es un mérito que no tiene comparación con nada. Y más en estos tiempos que corren que hay tanto egoísmo. Honor y gloria para todos. Prohibido olvidar a esos héroes.

  • martha dijo:

    No podemos olvidar, porque ellos dieron su vida por una causa justa, por eso es imperioso que hagamos todo nuestro mayor empeño para lograr resultados en lo social, económico, en la vida en general de la nación, que tribute a todo nuestro pueblo en una mayor calidad de vida, Honor a quien Honor merece

  • FERNANDO CRUZ SANTIESTEBAN dijo:

    Hoy 7 de diciembre dia de recordación pero no de lagrimas ni de suspiros de arrepentimientos, que lo depan los lacayos del imperios y todos sus patronizadores. Como mismo un dia como hoy recordamos a los caídos tambien damos un mensaje de resisitencia y de lucha por nuestros muertos, que supieron derramar su sangre generosa por otros pueblos del mundo. Que los imperialistas sepan que si un día de forma desinteresada fuimos a combatir por la libertad y el derecho de otros pueblos, por el amor a los pobres de la tierra, Qué seriamos capaces de hacer por nuestra querida Patria. Honor y un recuerdo siempre por todol los martires y héroes de nuestra Patria Socialista y que como único nos pondremos de rodillas es para jurar ante las sagradas tumbas de nuestros combatiente y de nuestra bandra para decir HERMANOS LA REVOLUCIÓN SIGUE ADELANTE Y SEGUIRA SIEMPRE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, QUE MIENTRAS QUEDE UN REVOLUCIONARIO CON VIDA, Y SOMOS MILLONES, HABRA REVOLUCIÓN.

  • Palmiche el original dijo:

    Honor y gloria. Debería existir una web dedicada a esa epopeya. Lo he dicho en otras ocasiones, hay muchos héroes al lado de nosotros y no lo sabemos. Se necesita más divulgación. Después de la película Kangamba pensé que ocurriría, pero sigue siendo de fecha en fecha.

  • Eglis H. Lee Henry dijo:

    Mi padre cumplió M/I en Angola en 1976, Eduardo Lee Charles (Chino),su chapilla es la 42228, la que guarda como algo especial, realmente lo es; vivencia que no todos tenemos el honor y el privilegio de experimentar, me enorgullezco del paso que dió cuando yo solo contaba con 6 años y mi hermano con 5 años, recuerdo los nombres de algunos de sus compañeros del pelotón como Alcides Blanco, Elías, Villa y demás, las fotos que aún se conservan en la casa constituyen una reliquia, el regresó a la patria cuando cumplió el período de la misión. Hoy se vistió y en su pecho colgó las medallas que les fueron otorgadas y participó por la ACRC en el acto que se realizó en Guantánamo; hoy se recuerda el regreso de los caídos, cumpliendo el mandato de Fidel que de Angola solo traeríamos a nuestros muertos y así fue; por la independencia y la revolución cubana dieron lo más grande, lucharon y cayeron amigos de otros países Henry Reeve, Máximo Gómez, el Ché, por mencionar algunos.
    Estamos cumpliendo un elemental principio internacionalista cuando defendemos al pueblo de Angola, así sentenció Fidel. HONOR Y GLORIA POR LOS CAÍDOS EN CUMPLIMIENTO DE LAS MISIONES INTERNACIONALISTAS

  • Leandro dijo:

    “¡Político, aquí estoy, p´a lo que sea!” se oyó una voz casi infantil en aquella madrugada desde la cama de un camión Ural cubierta por un toldo verdeolivo. La oscuridad impedía ver quien pronunciaba aquellas decididas palabras, pero el Jefe para el Trabajo Político del Grupo Táctico no tenía dudas de la persona que con tanto orgullo y firmeza las decía.
    Estando en los alrededores de Matala, en la jefatura de nuestra unidad se recibió información de las autoridades angolanas acerca de acciones vandálicas en el área de responsabilidad del Grupo Táctico contra los pobladores angolanos y sus bienes. Las autoridades angolanas informaron, además, la posible ubicación de una base en la selva, cerca de las márgenes del caudaloso río Cunene, desde la cual se estarían dirigiendo las acciones.
    Después de concedida la autorización correspondiente para actuar de conjunto con un grupo de lugareños angolanos contra la base, la Jefatura del Grupo Táctico decidió hacerlo empleando solo parte de las fuerzas de la unidad. Se actuaría con dos destacamentos reforzados con artillería y pequeñas unidades de aseguramiento. Una de las máquinas de combate que constituían la columna vertebral de la unidad (BMD-2) por tener problemas técnicos, sería sustituida por otra del destacamento que permanecería en la ubicación permanente.
    La decisión estaba tomada, pero en la jefatura de aquella unidad no no se imaginó el conflicto que generaría tal decisión y que habla de la grandeza de aquellos muchachos, que su época los convirtió en soldados internacionalistas.
    El conductor mecánico de la máquina de combate defectuosa, un jovencito con un cutis cuyos rasgos eran propios de un niño, se negaba rotundamente a quedarse en la ubicación permanente. Su máquina de combate - alegaba- había venido por su propio eje desde Yamba, por lo que estaba en condiciones de cumplir la misión combativa. Al argumentarle que se trataba ahora de una acción, en la cual no era prudente correr riesgos innecesarios, aceptó que su máquina se quedara, pero él iría conduciendo la que se agregaba a su destacamento.
    Cuando parecía que el asunto estaba resuelto se presentó en la jefatura el también joven soldado conductor mecánico del BMD-2 que sustituiría al defectuoso, visiblemente molesto por haberse decidido la entrega de su máquina a otro conductor mecánico: “La mía la conduciré yo y nadie más”.
    Sin duda, desde el punto de vista estrictamente militar la negativa de ambos soldados a cumplir una orden constituía una grave indisciplina por la cual debían ser severamente sancionados; pero por supuesto, la decisión no fue sancionar. Ambos fueron a la misión: el conductor del MBD-2 sustituto con su máquina y el de la máquina defectuosa como un soldado más.
    ¡Qué grandeza la de aquellos jóvenes!

  • Froilan dijo:

    Mi papá regresó de la guerra en Etiopía, el día que se fue recuerdo los ojos llorosos de mi abuelo, hombre guapo y sin miedo, ante el hijo que marchaba sin destino conocido. Recuerdo los rezos de abuela y los vasos con agua ante la Virgen pidiendo por su amparo y protección. Recuerdo a la vieja sola batallando con dos pequeños hijos. El viejo siempre me habló con admiración de sus compañeros y las tareas que le tocaron, por suerte para mi y mi hermano el viejo regresó vivo. Pero otros no tuvieron igual suerte y pude vivir el dolor de la pérdida cuando, ya en cumplimiento del Servicio Militar en las tropas de Prevención, me tocó la guardia de honor en Holguín a los restos de los combatientes y civiles caídos. Cada 7 de diciembre al ver a las ancianas y abuelos llorar ante la foto del hijo que no regresó, el dolor me embarga y cuesta retener las lágrimas.

  • Miriam de la Caridad Pérez Cruz dijo:

    Me has sacado las lágrimas con tu escrito Andy, me hiciste recordar ese Gran Tributo que se le hizo a nuestros compañeros, amigos y compatriotas. Gracias or tan bello artículo

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Andy Jorge Blanco

Andy Jorge Blanco

Periodista de Cubadebate. Licenciado en Periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en 2020. Trabajó como redactor multimedia de Telesur (2019-2020). En twitter: @ajblancocu

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