Arnaldo Rodríguez y un sueño que se convirtió en Talismán

Arnaldo Rodríguez siempre ha sido un hombre coherente, en la vida y en el arte. El guajiro de Ceballos anda veloz, activo e intrépido entre cada acorde que sale de su bajo, cada letra que dibuja en su mente y después concreta en el pentagrama. No por gusto lo llaman el “mulato aceleraó´”, eso sí, presuroso en crear, en trasformar y regalar buena música al pueblo cubano.